A San Andrés se le abren las costuras, tras tres años de la aprobación del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de Pescadería y Ciudad Vieja (Pepri), muy pocos edificios de los ocho que, en el documento, aparecen como protegidos y en mal estado, sufrieron algún cambio en estos tres años.

El Concello ha avisado esta semana, una vez más, a los propietarios del número 140, que tiene un expediente de ruinas abierto desde hace casi veinte años. Es uno de los 72 inmuebles protegidos por el Pepri pero, a pesar de contar con licencia de rehabilitación en 2012, los trabajos nunca llegaron a avanzar y el permiso le fue retirado. Hace casi diez años, en enero de 2009, los vecinos de los números 68 y 70 tuvieron que ser desalojados de sus viviendas porque los edificios sufrieron el desplazamiento de un muro medianero por las obras de un aparcamiento subterráneo.

En la lista está, por ejemplo, el bajo 90-96, que, ahora, está rehabilitado y tiene un negocio de hostelería. Muy cerca de allí, en el número 100, en el que las obras de reforma solo alcanzaron al bajo, por lo que, a pie de calle, hay una tienda pero, la parte de las viviendas se encuentra en mal estado.

En esta lista de 72 inmuebles protegidos, ocho de ellos estaban calificados en el Pepri como "en mal estado" de conservación. Hay inmuebles que han ido a peor en estos años, como es el caso del que hace esquina en Santa Catalina y que, actualmente, está cerrado, ya que el negocio de homeopatía que tenía su sede en el inmueble está cerrado. Pueden verse, desde la calle, como ya estaban hace tres años, los andamios amarillos que cruzan sus puertas y ventanas.

Invariable sigue también el edificio que hace esquina con la calle Vista, el número 88, que también está en esa lista y se presenta tapado con una tela de obra y con dos postes que sujetan la estructura, sin visos de que comiencen las obras. El 130, otro de los ocho edificios, sigue igual que entonces, con La Zapatillera en el local comercial y con la parte de las viviendas sin rehabilitar, con los cristales rotos y las cornisas en mal estado.

En los números 40 y 42 llegó a haber obras, donde antes era la mercería La Crisálida y, durante más de un año, hubo un andamio. Actualmente, el número 42 tiene el bajo tapiado, pero la parte de las viviendas está reformada, a pesar de que las que están a su lado no han sufrido modificaciones. El número 47 también sigue igual que cuando se redactó el Pepri, con la planta baja llena de carteles y, la de las viviendas, tapada con una plancha gris.

Por el número 13 tampoco se ha notado el paso de los años, ya que, desde 2010, cuando había un edificio en el solar, no ha habido ninguna alteración. El solar sigue sin actividad, con las vigas apoyadas en las medianeras amarillas, igual que el 105, que hace esquina con Mantelería.

Pocas obras de reforma se están haciendo actualmente en San Andrés, destaca la de los portales 73 y 75, que tiene incluso espacio reservado en la calle para los contenedores de obra, también las del 102, donde antes estaba la tienda outlet de El Baúl de la Abuela, que tiene ya andamios y está en un proceso de reforma que durará un año. Este inmueble está protegido, aunque no en mal estado.