Pese a la cantidad de playas y calas de la ciudad, hay muchos ciudadanos que prefieren bañarse en otro tipo de lugares. Los hay que abarrotan piscinas públicas o privadas, y, por ejemplo, ayer llenaban La Solana, y los hay que, muy cerca de allí, en O Parrote, prefieren bajar al agua por las escaleras recientemente ampliadas por el Concello en la escollera de la zona. Adultos y niños hacían cola ayer por la tarde en el paseo marítimo para poder remojarse del calor de 30 grados que registró ayer la ciudad.