La playa de Riazor, uno de los símbolos de la ciudad, no es accesible según la nueva normativa publidada en 2010. Tiene seis puntos de acceso, uno cada cien metros, que cubren los poco más de 600 que tiene el arenal. Dentro de las carencias, el informe considera que, donde se colocan las banderas y la caseta de los socorristas, es decir, su parte más alejada de la coraza, es la mejor.

En ese lugar ya existe un cambiador adaptado, una silla anfibia y una plataforma de madera para facilitar el traslado desde la silla de ruedas a la silla anfibia. También existe en esta playa un auxiliar de baño, para ayudar a personas que lo necesiten, por lo que, con estas condiciones, aún insuficientes, se corona como la mejor equipada. Faltaría por instalar el baño adaptado y las duchas al aire libre. En el extremo final de la pasarela, en el punto más cercano al mar, debería instalarse una plataformalos usuarios de sillas de ruedas que quieran bañarse por su cuenta (sin silla anfibia) puedan dejar su silla hasta que salgan del agua. Para solucionar el tema de la pendiente en la zona entre pleamar y bajamar se ha analizado la posibilidad de instalar un sistema de acceso mecánico, a través de una silla y una especie de raíles que adentran a la persona en el mar.

Las plazas de aparcamiento más cercanas se encuentran en la calle Pondal o en Rubine, ambas con itinerarios no accesibles hasta la playa, según el análisis. El mejor es el de la zona de las Esclavas, más lejano pero mejor conexión.

A nivel general, con respecto a las playas de la ciudad, el informe defiende que se considera "preferible" habilitar un único punto que sea accesible para todos, que habilitar varios puntos que no cuenten con todos los servicios y facilidades.De todas formas, el documento cree necesario acondicionar el resto de accesos para que puedan ser empleados por todas las personas que no necesiten asistencia.