El acusado de haber matado a su exsuegra el 21 de agosto del año pasado en la calle Gerión, en Monte Alto, será juzgado por un delito consumado de asesinato. La magistrada del Juzgado de Instrucción número 6, encargada de la investigación del caso, señala que, "tal y como se desprende de la declaración de un testigo y del registro de llamadas", el hombre acudió al domicilio de la víctima que, en ese momento, estaba con su nieta, un bebé de 21 meses -hija del acusado- con la intención de llevarse a la pequeña.

La instructora indica que la mujer se opuso a que el hombre huyese con la niña, por lo que el acusado amenazó con degollarla, también la golpeó y "llegó a estrangularla". Fruto de estas agresiones, la mujer sufrió heridas mortales, según informan desde el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG). El caso será juzgado por un jurado popular en la Audiencia Provincial y se centrará en la "muerte violenta" de la víctima, tal y como se desarrolló la investigación, por lo que no se acusará al presunto asesino de los delitos de sustracción de menores ni de amenazas, tal y como solicitaba una de las acusaciones particulares.

La Fiscalía y la acusación particular, ya en junio de este año reclamaron que el crimen fuese calificado como asesinato. Esto implica que el acusado, que está en prisión provisional desde el 23 de agosto del año pasado, pueda ser condenado a veinte o más años de prisión. Entonces, Diego Reboredo, el abogado de la hija de la víctima y expareja del presunto asesino, pidió una pena de 25 años al entender que hubo alevosía y ensañamiento en los actos. Las dos acusaciones pidieron entonces que el acusado no pudiese residir en el Concello de A Coruña durante treinta años.

En su escrito de acusación, la Fiscalía recoge que el hombre había empezado a "hacer gala de una manifiesta inquina" contra la que había sido su suegra, a quien culpaba de la ruptura con su expareja y madre de su hija.

En sus escritos de acusación, tanto la Fiscalía como la hija de la víctima, hicieron hincapié en la "evidente desproporción" física que había entre la fallecida y su presunto asesino, ya que él tenía entonces 43 años y mide 1,80 metros mientras que la mujer tenía 73 años, medía 1,50 metros y pesaba 53 kilos, por lo que no se pudo defender de los ataques del que había sido su yerno.

El hombre le propinó, según la investigación, "numerosísimas patadas y puñetazos por todo el cuerpo", sobre todo, en la cabeza, de modo que las acusaciones entienden que prolongó el sufrimiento de la víctima "de forma deliberada e inhuma" ya que, finalmente, la estranguló. Tras la "salvaje agresión", el hombre huyó con su hija y fue detenido a las seis de la mañana -doce horas después del crimen y tan solo tres desde que la hija de la víctima la encontró tirada en el suelo de casa- en una pensión de Fonteculler. Los investigadores encontraron en la habitación unos billetes de avión para salir al día siguiente desde Alvedro.

La muerte de la mujer a manos de su exyerno al intentar que se llevase a su hija pequeña no fue investigado como un caso de violencia machista, ya que la ley solo contempla como víctimas a las parejas o exparejas de los agresores o a sus hijos y no a otros familiares. En los meses previos a la agresión, el presunto asesino había mandado mensajes amenazantes a su expareja alertándola de que mataría a su madre e, incluso, le hablaba de que pertenecía a la secta Hermanos Satánicos y que ellos le pedían que "sacrificase" a su exsuegra para que pagase "por todo" lo que había hecho.

"Si tengo que subir o ir a buscar a los niños [además del bebé, en la vivienda residía otro menor, de ocho años y fruto de una relación anterior de la hija de la víctima] a esa casa, seguramente presencien cómo se le da muerte a un animal viejo y rabioso", escribió un mes antes de agredir mortalmente a su exsuegra el acusado. Tan solo unas horas después de abandonar el piso el día del asesinato, le envió a su expareja un correo en el que se podía leer: "Ya sabes que no soy como la Esteban [en referencia a la exmujer del torero Jesulín de Ubrique, Belén Esteban], yo por mi hija mato de verdad".