Los Bomberos de A Coruña acudieron ayer al número 40 de la calle Atocha Alta para sofocar las llamas que se habían generado en uno de los doce trasteros del edificio. Recibieron la llamada de alerta a las 20.55 horas, para entonces, según explicaron fuentes del 080, los vecinos que se encontraban en sus viviendas ya estaban en la calle, por lo que no se registraron heridos. Las llamas se podían ver desde varios puntos de la ciudad y el fuego y el olor a quemado llegó hasta el centro. Algunos de los afectados esperaron sentados en el bar de la esquina, fuera del perímetro delimitado por los efectivos antiincendios, para no entorpecer las labores de extinción del fuego, todavía con los nervios a flor de piel, como una mujer mayor, que tuvo que bajar en bata y a la que sus vecinas intentaban tranquilizar.

"Me llamó mi madre para que viniese y ya me dijo que estaban los Bomberos y que los vecinos se habían ayudado a salir del edificio unos a los otros", explicaba ayer Begoña, una de las residentes en este inmueble de doce viviendas, la mayoría de ellas habitadas. Los Bomberos dieron por controlado el fuego a las diez de la noche, aunque se quedaron en el inmueble para refrigerar la zona y para evaluar si podían tirar un tabique en el trastero siniestrado.

La concejal de Seguridad Ciudadana, Rocío Fraga, comentó ayer que el edificio no había sufrido daños estructurales, por lo que los vecinos pudieron subir sobre las once y media de la noche a coger algunos enseres de sus casas.

Al cierre de esta edición, la previsión era que los residentes pudiesen dormir en sus viviendas, aunque bien entrada la madrugada.