El PP pretende abanderar la petición de condonación de la deuda por el puerto exteriordeuda por el puerto exterior al Gobierno de Pedro Sánchez. Lo hace después de no plantearse algo similar durante la era Rajoy. "Los milagros pueden ocurrir", decía el presidente de la Autoridad Portuaria, Enrique Losada, elegido por la Xunta, sobre una posible quita. Justifican los populares su cambio de opinión porque los socialistas rompieron "las reglas del juego" al condonar la deuda a Valencia. Pero lo cierto es que su opinión ha sido pendular, dependiendo de qué color dominase en Madrid, el suyo o el de otros. Con las mismas reglas del juego, en 2009, el propio Núñez Feijóo pedía al Ejecutivo de Rodríguez Zapatero que asumiese el sobrecoste del puerto exterior.

Hace diez años, con un desfase de 283 millones sobre lo presupuestado, el camino de la financiación de punta Langosteira pasaba necesariamente por Fomento. La Autoridad Portuaria carecía de medios para culminar los trabajos, que acumulaban también retraso sobre los planes iniciales. "Cada administración pública financia sus obras: el Estado las suyas y cada comunidad autónoma las suyas, cuando el Estado inicia una obra tiene que acabarla", decía el presidente de la Xunta en septiembre de 2009, medio año después de ser elegido en las urnas por primera vez. "Que el Ministerio de Fomento ponga toda la carne en el asador y que no sea cicatero", decía Carlos Negreira, por aquel entonces un líder de la oposición al que le faltaban dos años para ser alcalde de A Coruña. Alberto Núñez Feijóo sostenía que el Estado tenía que asumir la obra por estar clasificada como "de interés general del Estado".

De aquella situación de sobrecoste e incertidumbre sobre la conclusión de las obras, salió el crédito de 250 millones de Puertos del Estado que ahora se pide condonar. Se firmó en 2011 siendo ministro de Fomento, José Blanco, y presidente de Puertos, Fernando González Laxe. Puertos imponía una serie de medidas de control para asegurarse la devolución del crédito.

Mariano Rajoy ganaba las elecciones ese mismo año y el marco financiero no se movió. El crédito siguió en vigor y el Estado no asumió el sobrecoste, algo que ni la Xunta ni el PP coruñés volvieron a pedir a Madrid en siete años. La financiación quedó anclada en los dos convenios de 2004, que pactaban la venta de los terrenos para financiar las obras, firmados por Francisco Vázquez y los Gobiernos del PP de José María Aznar primero y del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero después.

Son las "reglas del juego" que argumenta el PP que se han roto para justificar no haber pedido nada a Rajoy y ahora exigirlo a Sánchez después de la condonación a Valencia de la deuda generada por los proyectos estrella Camps y Barberá, olvidando que sí lo habían reclamado antes cuando no les tocaba decidir.

Uno de los antiguos actores de este relato se pronunció ayer sobre la petición de condonación que realiza el Concello y a la que se incorporó el Partido Popular: el exministro de Fomento, José Blanco, hoy eurodiputado del Partido Socialista. Cargó contra el PP por su "nefasta gestión" al frente de la Autoridad Portuaria. Sugiere hacer una "auditoría" y exige explicaciones a Núñez Feijóo de por qué "no se han cumplido los acuerdos de 2011 que permitieron que esa obra pudiese continuar". Se preguntan "dónde" están todas esas empresas que "anunció" como "Pemex, los chinos...". "¿Dónde está todo eso, dónde está cumplido el compromiso de la Xunta? En ningún lugar", indicó.