La Torre de Hércules dio sombra, de manera simbólica, a los vecinos que celebraron la última jornada de las fiestas de Monte Alto. Los primeros protagonistas del día fueron los niños, que se refrescaron con una fiesta de la espuma que fue la envidia de los mayores, que aguantaban los más de 30 grados de temperatura y el sol cayendo a plomo en el entorno del faro romano. Cántigas da Terra puso la música a los festejos a mediodía y, para comer, muchos vecinos retomaron la tradición de las Merendiñas, compartiendo comida y bebida y buscando la sombra de los árboles en el área recreativa de la playa de As Lapas, donde muchos disfrutaban del día cerca del mar.

También para la hora del almuerzo, Airiños da Torre organizó una sesión vermú que hizo bailar a muchas parejas al son del Dúo La Clave. Los bailarines retomaron fuerzas con una sardiñada con la pulpeira O bon xantar.

La tarde se dividió entre el deporte y la música. La asociación de vecinos de Atochas-Monte Alto-Torre de Hércules organizó partidas de billarda de la liga nacional, actividades de petanca extrema y una exhibición de fútbol gaélico en los campos de la zona. Los que prefirieron la música disfrutaron del Coro Cantares Galegos, Concerto Tempo, la agrupación Son d'Aquí y la asociación Airiños da Torre, que organizó la programación musical. Un completo día soleado que sirvió para cerrar las fiestas de Monte Alto.