Serán 8.564 abonados de Marathón y Pabellón los reubicados por las obras del estadio de Riazor, sin concluir a tiempo para el debut del Deportivo ante su afición ante el Sporting de Gijón. El club ha publicado una lista con los afectados, que tendrán que acudir a sacar una entrada que les indicará el asiento provisional que les corresponde, tanto para el domingo como para el siguiente partido, el del Granada. No habrá más que socios en el estadio. Ni venta de entradas en A Coruña ni para la Mareona.

El Concello y el Deportivo informaron ayer de los cambios en este primer partido en casa, después de jugar las tres primeras contiendas como visitantes para retrasar lo máximo posible el estreno en un estadio que parece que seguirá en obras, al menos, hasta final de septiembre. Los trabajos, la inversión más elevada del mandato con siete millones de euros, comenzaron por la sustitución de Tribuna y Preferencia, las gradas más antiguas. Pabellón y Marathón, de los 90, solo están siendo restauradas.

"La programación actual de obra garantiza que el partido de este domingo se podrá celebrar en condiciones de seguridad óptimas, minimizando todo lo posible las incomodidades propias de una infraestructura en obras", indicó ayer el Deportivo en un comunicado en el que aseguró estar "en permanente contacto" con el Concello. En cuanto a las "únicas competencias" que tienen, la iluminación y el césped, afirman que estarán en las condiciones necesarias para el partido.

Tribuna y Preferencia tienen el 100% del aforo, por lo que nadie se verá afectado, puesto que sus cubiertas ya están instaladas. En Marathón y Pabellón aún se ven andamios: "la visibilidad desde algunos puntos puede verse afectada por elementos fijos de obra". Así, los socios de estas gradas deben comprobar en un listado si se encuentran entre los desplazados, mientras que el resto podrá acceder a su localidad habitual sin inconvenientes.

Los desplazados tendrán que ir a las taquillas del Palacio de los Deportes entre el martes y el viernes para canjear su bono por una entrada (de 10.00 a 13.30 y de 16.30 a 19.00). Para aquellos aficionados que suelan acudir en grupo a los partidos, un único socio podrá llevarse todas las entradas que desee.

El Deportivo realiza tres peticiones a sus socios. La primera, que retiren sus entradas "lo antes posible, a poder ser durante la semana, para que la organización de la reubicación sea óptima y lo más ordenada y ágil posible". La segunda, que aquellos socios que no vayan a acudir al partido ni a utilizar su carné, lo comuniquen al club para liberar su localidad y poder disponer de ese asiento para reubicar a otro socio (los socios que cedan su asiento deben remitir su DNI y Abono escaneados a atencion.deportivista@rcdeportivo.es).atencion.deportivista@rcdeportivo.es En tercer y último lugar, recomiendan acudir cuanto antes al estadio para "evitar colas y confusiones de última hora por esta situación excepcional".

El club, que no es responsable de los trabajos, pidió ayer disculpas "por las molestias causadas por una obra de esta magnitud e importancia, con una inversión entre ambas entidades de 8,7 millones de euros" y a los aficionados del Sporting.

El Concello también lamentó en un comunicado las molestias que las obras puedan causar, a los socios "y a la ciudadanía en general". "Sin embargo, la prioridad, y así lo estamos garantizando, es la seguridad de los miles de vecinos y vecinas que se congregan en el estadio", indicaron. Afición, club y responsables municipales también quedan pendientes de la previsión meteorológica para el fin de semana.

La última fecha prevista para el remate de las obras es el final de este mes de septiembre, por lo que la reubicación afectará al menos a los dos próximos partidos, el del domingo y el del Granada (lunes 24 de septiembre, 21.00). La primera programación apuraba la previsión al 14 de agosto. La última estimación señala que estarán a finales de septiembre, según afirmó en la mañana de ayer el alcalde, Xulio Ferreiro.

Se demorarán en torno a un mes sobre lo previsto inicialmente por el retraso en su inicio, explicó, a finales de mayo por cuestiones administrativas. El 15 de agosto, el Concello aseguraba aún que las obras estarían preparadas para el partido del Sporting. Afición, club y responsables municipales también quedan pendientes de la previsión meteorológica para el fin de semana.

Ferreiro se mostró cauto a la hora de dar una fecha definitiva, pero sí avanzó que, si "todo marcha según lo previsto", Riazor estará definitivamente listo a finales de este mes. "A nadie se le oculta que son unas obras complicadas, creo que tenemos ejemplos en estadios que han durado ligas enteras", manifestó el regidor, que dijo que él mismo será uno "de los que tendrá que moverse".

Ferreiro reiteró que los trabajos realizados tanto en la cubierta como en la estructura de las instalaciones eran muy necesarias ya que, declaró, no solo afectaban a la comodidad a la hora de ver los partidos sino también a la seguridad, "tal y como pudimos comprobar una vez iniciadas las obras, ya que parte de la estructura estaba en un estado bastante mejorable".