En lo que va de año, Vueling ha registrado más del doble de cancelaciones que el año pasado en el mismo periodo. Medio centenar de vuelos que no tomaron tierra o que no despegaron de Alvedro frente a los 22 que se eliminaron de la parrilla hasta el 3 de septiembre de 2017. Son también más que todas las cancelaciones registradas durante el ejercicio pasado, que se cerró con cuarenta supresiones de vuelos.

El Consorcio de Turismo, que tiene un convenio de promoción de la ciudad con la compañía -valorado en 1,3 millones de euros-, ha pedido explicaciones a Vueling por la pérdida de estos enlaces, que ha perjudicado desde el comienzo del año, a aproximadamente, 7.600 pasajeros.

La empresa, que tiene su mayor base de operaciones en Barcelona, aseguró que está "trabajando para mejorar" el servicio que presta en Alvedro. Y es que, el Concello puso encima de la mesa la posibilidad de estudiar la manera de sancionar a Vueling por las constantes cancelaciones registradas, algo que ha hecho reaccionar a la empresa, sobre todo, durante este verano, en el que hasta 29 vuelos dejaron de operar desde el 1 de junio hasta el 31 de agosto.

El convenio rubricado por el Consorcio de Turismo y Vueling contempla el escenario de que la firma reciba una multa por dejar a sus pasajeros en tierra, aunque el escenario que refleja es excepcional, ya que habla de la cancelación de más del 20% de los vuelos operados por la compañía en Alvedro, eso implica que, una de cada cinco rutas programadas por la compañía no saldría de A Coruña o no tomaría tierra en la ciudad por causas que no pudiesen ser consideradas "de fuerza mayor". Esa circunstancia abocaría a las partes a revisar la contraprestación que percibe la aerolínea en concepto de promoción turística, ya que la cuantía económica tendría que adaptarse a la nueva realidad, al nivel de ocupación de los vuelos y a los pasajeros.

Fuentes municipales indican que, a pesar de tener en cuenta esta cláusula, el Ayuntamiento se puso en contacto ya en varias ocasiones con la empresa aeronáutica "para pedirle explicaciones y manifestar su preocupación por las cancelaciones de vuelos", que se registran en un momento en el que Alvedro crece "en número de pasaje y asientos" y que apunta con superar a su objetivo de tráfico anual: el millón de viajeros.

El último contacto entre el Concello y Vueling se produjo ayer, según fuentes del Gobierno local, que aclaran que las "comunicaciones han sido constantes en los últimos tiempos". En estas conversaciones, la empresa indicó -según las mismas fuentes- que está "trabajando para mejorar su operatividad".

Las últimas cancelaciones registradas fueron las de la última conexión con Londres del pasado domingo. La aerolínea explicó, a través del teléfono de información al cliente, de que la causa de esta supresión se debía a "motivos operacionales", y, en redes sociales, alegó que "reportaba" al Concello las razones de todas las eliminaciones de los vuelos de su parrilla. Ante el comentario de la plataforma especializada Vuela Más Alto en el que aseguraba que la aerolínea operaba con "pocos recursos" en Alvedro, Vueling replicó que contaba con "nueve aviones de back-up. Es decir, con aeronaves que tienen los vuelos programados de tal modo que pueden cubrir la baja de otro avión para no trastocar toda la previsión del día.

Preguntada por este diario, la compañía dijo ayer que una parte de las cancelaciones que se produjeron en verano se debieron a la "congestión del espacio aéreo". Y es que, Vueling tiene su base principal en Barcelona, una ciudad en la que se desató una gran tormenta en julio, que trastocó los planes de la compañía en toda Europa. También la huelga de los controladores aéreos de Marsella, a finales de mayo, obligó a la aerolínea a cambiar sus planes de vuelo y a reubicar a sus clientes.