"Fui a comer al McDonald's de A Grela con el coche, después de recoger mi pedido vi a otro vehículo estacionado, donde también había gente comiendo. Enfrente del automóvil había dos gatos muy jóvenes esperando a que se les cayera algo y poder comer", contó una de las propietarias de la clínica veterinaria Canis, Yolanda Álvarez.

Pero eso no era todo, ya que detrás del establecimiento encontró una caseta donde residen un montón de gatos, entre ellos más de una docena de muy corta edad. Al observar esa situación, Yolanda se montó en su coche y fue a buscar comida a su clínica para llevársela de por la noche.

"Ha sido todo muy de repente, pero ya me he puesto en contacto con un par de asociaciones que están moviéndose para conseguir el permiso del Ayuntamiento y poder montar una colonia legalmente", explicó Yolanda Álvarez. Las diferentes organizaciones están al máximo de ocupación y por eso la propietaria de la clínica va a intentar obtener un permiso CES, que es el que permite formar una colonia.

Una vez consiga el permiso, el objetivo primordial es castrar a los animales, lo cuál Yolanda Álvarez va a hacer en su clínica y con sus propios medios. "Como ningún ente puede ayudarme como institución, esta es una iniciativa totalmente personal, por ello necesito toda la ayuda que me puedan prestar, ya sea donando o ayudándome a cazar a los gatos para llevarlos a la clínica", comentó Álvarez.

Las asociaciones animalistas Gatocán y Felinos Felices son las que están tramitando las gestiones para conseguir los permisos requeridos. Actualmente A Grela no está entre las zonas que cuentan con un control de las colonias felinas, mientras que otros barros de la ciudad como Oza u Os Rosales sí que cuentan con él. Las últimas zonas que recibieron el visto bueno del Concello para abrir nuevas colonias fueron A Falperra y Santa Margarita, a finales de mayo de este año. A los gatos que viven tras el McAuto ya les estaba dando de comer alguna persona, contra la normativa municipal. "Ya sé que la ordenanza prohíbe darles de comer, pero eso no justifica que vecinos hayan amenazado e insultado a algunas personas que sí iban a alimentar a los animales", afirmó una de las propietarias de la clínica veterinaria Canis Yolanda Álvarez.