A veces limpiar provoca el efecto contrario, ensuciar. Un ejemplo de esta paradoja lo sufrieron los propietarios de vehículos estacionados en la calle Menéndez Pelayo, en donde la limpieza con máquinas especiales de la superficie de los pasos de peatones generó que mucho polvo blanco se removiese y, por el efecto del viento, fuese a parar a los coches. Algunos de color oscuro quedaron blancos, se quejaron sus dueños.