La Xunta ha invertido 163.042,38 euros en el desarrollo de obras de mejora en once centros educativos públicos de la ciudad. De las trece actuaciones, seis ya se han completado y seis concluirán en las próximas semanas. Solo una, la instalación de una línea de vida en la cubierta del colegio Raquel Camacho, aún está en la carpeta de asuntos pendientes.

En obras mayores, la Xunta licitó el pasado junio la construcción de un colegio en Novo Mesoiro. Una actuación que cuenta con un presupuesto de 4,4 millones de euros. El centro tendrá capacidad para 450 alumnos y cubrirá toda la demanda del barrio. Las obras tendrán una duración máxima de 18 meses.

Durante los últimos meses, y con una inversión de más de 160.000 euros, se han realizado una serie de arreglos en once colegios coruñeses. La mayor inversión se ha realizado en el Víctor López Seoane, en el que se han llevado a cabo dos obras. Una de ellas, la reparación de las fachadas, con un presupuesto de casi 20.000 euros, finalizará este mes. La sustitución de la carpintería de las ventanas exteriores se prolongará hasta octubre, con el curso ya empezado. Es la obra más cara que la Xunta ha hecho este años en un centro público coruñés, con un gasto de 40.578 euros.

El instituto A Sardiñeira también tendrá que esperar unas semanas para ver finalizadas sus obras. Una partida de 30.000 euros se ha destinado a la ampliación de los laboratorios, la reparación de una marquesina de hormigón y el acondicionamiento de la sala de profesores. En Adormideras están a la espera de que concluya la impermeabilización de la cubierta, una obra que ha supuesto un gasto de 10.969 euros. Además, en el instituto Monte das Moas se ha mejorado toda la instalación eléctrica. La actuación, con un presupuesto de 27.749 euros, acabará en octubre.

Otros centros educativos de la ciudad podrán dar la bienvenida al nuevo curso en perfectas condiciones. En el Zalaeta se procedió a la instalación de la extracción de aire en el comedor -3.133 euros-, mientras que en el colegio Sagrada Familia se ha ampliado este espacio en el que comen los alumnos -3.423 euros-.

La obra con menor inversión ha sido la del instituto Urbano Lugrís, en el que se ha arreglado el remate de la cubierta con un gasto de 1.780 euros. En el Rafael Dieste, la cubierta también ha sufrido modificaciones. Se ha mejorado junto a la fachada posterior del edificio. Un trabajo que contó con un presupuesto de 14.828 euros. Otras obras que ya han terminado son la modificación de barandillas y el cierre de accesos a la escalera en el instituto de Elviña. Unos trabajos que han costado 4.723 euros. Además, el Eusebio da Guarda estrena puerta y sellado de su cubierta -3.557 euros-.

El Raquel Camacho es el único centro educativo que no ha visto su proyecto en desarrollo. La instalación de una línea de vida sobre la cubierta del inmueble continúa pendiente de realización. El presupuesto de esta obra es de 3.000 euros.