Los paseantes que ayer por la tarde se acercaron al dique de abrigo se encontraron con un desagradable panorama: basura y montones de objetos sucios sobre el paseo a lo largo de toda su extensión, un kilómetro, desde la punta del dique hasta la torre de control marítimo. Según un testigo, un hombre se dedicó a sacar de entre las rocas numerosos objetos que los paseantes dejan en la zona, en la que no hay papeleras, y los repartió a lo largo del dique: bolsas y botellas de plástico, cajas de madera, cuerdas, restos de comida, latas, calzada viejo y elementos de los barcos como lonas y redes que arrastra el mar hasta las rocas. Dos agentes de la policía portuaria acudieron a fotografiar los objetos para hacer un atestado.