El edificio proyectado para el número 176-178 de la avenida de Finisterre comenzará a levantarse en octubre. Según las previsiones de la nueva promotora, Amagi Investment, la grúa para construir el inmueble se instalará el próximo mes en un solar que lleva un década vacío y abandonado.

La promotora, que se convirtió en titular del solar este verano, ya ha vendido nueve de los 18 pisos que se pretenden construir. Hasta el momento, el propietario del terreno era el Banco Popular, a quien el Ayuntamiento coruñés concedió en septiembre del año pasado la licencia para edificar. Pasaron los seis meses de plazo para comenzar las obras pero no hubo movimiento en la zona. Hasta ahora, que se pone al mando Amagi Investment con la intención de empezar los trabajos el mes que viene. Tendrá dos años para ejecutar la obra.

La idea es construir un edificio de siete plantas para pisos con cuatro sótanos, destinados a trasteros y garajes. El proyecto fue redactado por el arquitecto Andrés Soto. El presupuesto, según la solicitud del permiso municipal que presentó la entidad financiera, es de casi 1,5 millones de euros. La nueva promotora ya ha vendido la mitad de los pisos que estarán disponibles, un total de 18, e iniciará las obras en breve por lo que el Concello no declarará la caducidad de la licencia como ya pasó en otras ocasiones.

Antes de que el Banco Popular, absorbido hace poco más de un año por el Banco Santander, solicitase la licencia, lo hizo también la anterior promotora, Bosseti Promociones. Su permiso databa del año 2006. Se iniciaron algunos trabajos pero no llegaron a nada y en el solar solo había una protección de madera, suciedad y humedades que molestaban a los vecinos y comerciantes de la zona.

El Concello no consiguió contactar con la empresa constructora, por lo que el 23 de octubre de 2012 publicó un anuncio en el Boletín Oficial da Provincia (BOP), especificando que la licencia de construcción quedaba expirada. Sin respuesta por parte de Bosseti, el 6 de febrero se le notificó por la misma vía que contaba con diez días para presentar alegaciones. La promotora tuvo anuncios similares sobre los solares que poseía entonces en la Estrecha de San Andrés, en la calle Ortigueira o en la calle Arzúa.

Al año siguiente, en 2014, el Ayuntamiento desarrolló una serie de obras de mejora para adecentar la finca y evitar que causara daños o molestias a los inmuebles próximos. La actuación tuvo un presupuesto de 146.555 euros. El Gobierno local recurrió al BOP para pedir el pago de dicha cuantía, para lo que tuvo que presentarse como un acreedor más para recuperarlo.

Desde entonces, en el solar no ha habido movimientos, salvo la colocación de los carteles con información sobre la promotora que gestiona los pisos, que ahora se ha convertido en titular del terreno y está a punto de hacer realidad un proyecto de hace diez años.