El Ayuntamiento cerró el pasado viernes el plazo de recepción de ofertas de las empresas candidatas a gestionar la recogida de basuras. En total, se presentaron seis firmas que aspiran a prestar, en el futuro, este servicio de limpieza de la ciudad. Los pliegos del concurso contaron con la participación de los trabajadores actuales de la recogida de residuos sólidos urbanos, que pusieron condiciones, como que la nave en la que se encuentre la sede de la empresa no esté a más de veinte minutos de cualquier punto de la ciudad en horario nocturno.

Los pliegos explican esta circunstancia, que fue pactada con los trabajadores. El Concello prevé adjudicar el contrato antes de que se termine este año, para que la nueva concesionaria pueda empezar a prestar servicio en próximo año. El convenio es el de mayor cuantía de todo el mandato, ya que supera los quince millones de euros anuales y se adjudicará para los próximos ocho años. Contemplan la ampliación de los servicios.

Las empresas podían optar de forma conjunta o separada al contrato de 2,8 millones de euros, del suministros de los nuevos contenedores que se instalarán en la ciudad o bien al de 12,1 millones de euros, que es el de la recogida de residuos sólidos urbanos.

Tras el accidente mortal que sufrió un camión en la rotonda de Lonzas este mes, los trabajadores de la recogida de basuras adelantaron que solicitarán que la descarga de los dos contenedores se haga a la vez, para que el vehículo no se descompense al tener un tanque lleno y, el otro, vacío. Este convenio se sacó a concurso por el procedimiento de urgencia, para poder reducir los plazos de tramitación.

La concejal de Medio Ambiente, María García, explicó ayer, en el Dillo Ti de Os Mallos que, cuando se adjudiquen tanto estos contratos, como el de limpieza viaria, se va a notar una mejora en la ciudad, ya que incluyen refuerzos que actualmente no se prestan. "La ciudad creció", explicó García, por eso también estos contratos son más amplios que los que, actualmente, están vigentes.

La asociación Mar de Fábula reunió ayer a más de medio centenar de voluntarios para retirar de los arenales de Riazor y Orzán pequeños objetos contaminantes, sobre todo, colillas y bastoncillos de algodón. Tras dos horas de trabajo, los voluntarios consiguieron sacar de la arena 5.500 colillas, que estaban, sobre todo, pegadas al muro de la playa y 350 bastoncillos, que los vecinos tiraron al váter y que acabaron en la playa. Esta iniciativa se enmarca dentro del Día Mundial de la Limpieza de los Océanos, que organiza desde hace más de treinta años la ONG norteamericana Ocean Conservancy. Un portavoz de Mar de Fábula indicó ayer que se habían centrado en la retirada de residuos pequeños, ya que los grandes los retiran ya las máquinas que bajan a la playa. Estas piezas pequeñas son, sin embargo, las más contaminantes y peligrosas, ya que pueden ser ingeridas por las aves marinas y también por los peces, causando su muerte. Desde la entidad destacan la presencia de niños en la iniciativa.