Para construir el que es uno de los edificios más representativos de la ciudad, la Domus, tuvo que excavarse aquella zona de Monte Alto que, como su nombre indica, se eleva desde el paseo marítimo. Los arquitectos Arata Isozaki y César Portela diseñaron un inmueble impresionante en lo alto, pero la zona baja parece haber sufrido el paso de tiempo. Así lo explica el Gobierno local en una contestación a una pregunta escrita del BNG sobre los desprendimientos que se produjeron en el talud justo bajo la fachada de la Casa del Hombre. "Para garantizar la estabilidad del macizo en un horizonte de años, deberá acometerse una intervención de consolidación", afirmó el estudio que se realizó tras la caída de algunas piedras a la acera y calzada que pasar debajo de la Domus.

El proyecto de las obras está casi finalizado, afirman fuentes municipales, pero falta la autorización de la Dirección Xeral de Patrimonio para poder licitarlas. De esta manera, dicen, "se mejorará la seguridad en los próximos años", aunque también defienden que en el momento de los desprendimientos ya se realizaron trabajos de urgencia para evitar problemas mayores en la zona.

El Concello alega que el servicio de Infraestruturas ejecutó movimientos de tierras, trabajos en altura y una limpieza final como "intervención urgente de saneo" y todo bajo la supervisión de un técnico geólogo en el lugar. Los operarios retiraron 200 metros cúbicos de piedra y arena, "mucho más", dice el Ejecutivo municipal, de lo que estimaban los primeros análisis del talud, hasta que se consideró que la zona era segura. Eso sí, desde entonces, el área sigue perimetrada y vallada para evitar el acceso de personas y, por tanto, que puedan producirse situaciones de riesgo.

Pese a esta actuación que aumentó, dicen desde el Ayuntamiento, "notablemente la seguridad", los informes técnicos encontraron un "elevado grado de alteración de dos tipos de roca" que están presentes en el desnivel, por lo que aconsejaron unas obras más profundas y definitivas.

El proyecto técnico que está a punto de finalizarse, y que contiene un estudio geológico "exhaustivo", no solo contempla las medidas necesarias para dar seguridad y para consolidar la zona en los próximos años sino que también contiene acciones complementarias para "armonizar" los elementos de consolidación con la imagen del edificio. Y es que la Domus seguirá siendo un símbolo de la bahía coruñesa y estará acompañado de un entorno cuidado y seguro para los visitantes.