A los vecinos de Os Mallos y Vioño les preocupa, sobre todo, la movilidad, que el barrio sea accesible para personas que van en silla de ruedas y que se cumplan las promesas que, año tras año, escuchan de diferentes administraciones, así que, ayer, en el encuentro que tuvieron el alcalde, Xulio Ferreiro, y los miembros del Gobierno local con los residentes en la zona, fueron protagonistas las rotondas, las calles, las aceras e, irremediablemente, también la estación intermodal que nunca llega.

Varios residentes en el barrio que se mueven en coche privado solicitaron ayer al Gobierno local que mejore la movilidad, sobre todo, en la zona del centro cívico. Ellos tienen una solución clara: hacer una rotonda delante del edificio que dé acceso a A Grela y a Os Mallos. El concejal de Rexeneración Urbana e Dereito á Vivenda, Xiao Varela, se comprometió ayer a "estudiar" esta posibilidad y a revisar con los técnicos municipales si es factible esta intervención.

Varela adelantó a los vecinos de Os Mallos que la parte de los accesos de la futura estación intermodal, que es la que tiene que hacer el Concello con Adif está ya casi lista, aunque no se podrá aprobar ni poner en marcha hasta que no esté el resto del proyecto listo -la parte que depende de la Xunta- ya que ambos tienen que complementarse e integrarse. Fue lo único que el Gobierno local pudo decir al respecto de esta infraestructura por la que el barrio espera desde hace años y que se ha sometido a un proceso de reducción y de adecuación, ya que el primer proyecto estaba valorado en casi 200 millones de euros y preveía la construcción de superficies comerciales y viviendas. Esto y que ha iniciado ya las labores previas para la ejecución de los accesos, como el derribo de la un inmueble en ruinas en Agra da Bragua. En las próximas semanas también se derribará otro edificio en la calle Puerto Rico.

La conselleira de Infraestruturas, Ethel Vázquez, afeó la semana pasada al Concello que la intermodal no fuese a recibir fondos europeos en este año, ya que el proyecto no estaba acabado. Para entonces, Varela defendió, como lo hizo ayer en el Dillo Ti, que la parte municipal está rematada y pendiente de la Xunta.

Una de las asistentes al Dillo Ti solicitó ayer una solución para el hórreo que está en el parque de Vioño y que, según explicó, tiene usos de lo más diversos, desde baño público hasta columpio para los más pequeños. El alcalde se comprometió ayer a pedir más vigilancia a la Policía Local y también a preguntar a Patrimonio si sería posible "cerrar" esta estructura para, por lo menos, "garantizar la salubridad de las instalaciones".

El alcalde, Xulio Ferreiro, recordó ayer que era la segunda vez en el mandato que el Gobierno local visitaba el centro cívico para recoger las peticiones y los comentarios de los vecinos. Como en todos los barrios, sonaron ayer voces contra los dueños de los perros que no recogen sus deposiciones y que ensucian la calle. Los vecinos pidieron más vigilancia al Concello. La concejal de Medio Ambiente, María García, aseguró que, próximamente, se va a ampliar la campaña de vigilancia para evitar que los vecinos no recojan las cacas de sus mascotas. "No se trata de llenar la ciudad de carteles", aunque sí de que los residentes sepan que la Patrulla Verde de la Policía Local está vigilando, según explicó García, que insistió en que no se debe dar de comer a los animales callejeros, como las palomas o las gaviotas.

Fueron varias las quejas que recibió el Gobierno local por la "falta de limpieza" en el barrio. García adelantó ayer que este martes llegará la campaña A pé de barrio al distrito 8, al que pertenece Os Mallos y que, a diferencia del año pasado, cuando no se pudo utilizar agua por las restricciones de uso, en esta ocasión se notará mucho más esta limpieza intensiva, al no realizarse durante la alerta por sequía.

El Concello está en proceso de ejecutar, según explicó ayer el alcalde, 529 intervenciones en el barrio para convertirlo en más accesible y más amable, entre ellas, están previstas 17 actuaciones en paradas de bus, mejoras en las calles Capitán Juan Varela, Monforte y San Vicente y, durante la primera mitad del próximo año, tendrán continuidad con la reforma de la plaza de San Vicente con Ramón Cabanillas. Habrá obras también "en breve" en la calle Mariscal Pardo de Cela, en "una calle pequeña pero muy transitada, por ser la entrada al barrio desde Cuatro Caminos. El Concello invirtió 1,8 millones de euros en el barrio, según explicó el alcalde. A largo plazo, García prevé intervenir también en la plaza Padre Rubinos.

Una vecina denunció también que tiene problemas con un negocio que pone la música muy alta para dar clases de zumba y que ha tenido que abandonar su vivienda en dos ocasiones. Varela se comprometió ayer a revisar su caso.

El concejal de Emprego e Economía Social, Alberto Lema, destacó ayer el compromiso del Gobierno local en la revitalización del mercado de Ramón Cabanillas, en el que, recientemente, abrieron cinco puestos, por lo que solo hay dos vacíos, de los once que ofrece la plaza. Los comerciantes reclamaron ayer más proyectos para fomentar el consumo y la vida en el barrio.