La Diputación exige a la Xunta que asuma la gestión del instituto Calvo Sotelo, situado en San Roque. Así lo manifestó ayer el presidente de la entidad provincial, Valentín González Formoso, en la inauguración del nuevo curso escolar. "No tiene sentido que la Diputación siga gestionando a día de hoy un centro educativo", manifestó.

La Consellería de Educación todavía no ha declarado cuál es su posición en un tema que, según el presidente de la Diputación, está "pendiente desde el inicio del mandato". En una reunión en 2015 con el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, Formoso expuso que el hecho de que la Corporación provincial preste servicios que no son de su competencia responde a un "anacronismo que viene de la propia historia de las diputaciones, que sí cubrían estas necesidades en el pasado".

Tres años después, la Xunta repite la misma demanda. Formoso explicó ayer que el instituto Calvo Sotelo "debería ser gestionado por quien tiene las competencias en materia educativa", que es la Consellería de Educación. Mientras esto no cambia, la Diputación continuará "invirtiendo los recursos que sean necesario para que siga siendo un centro puntero en el que se forman los mejores profesionales".

El tema de la transferencia de titularidad de la Diputación a la Xunta no afecta solo al centro de educativo, sino también al Centro de Menores de Palavea. Fuentes de Política Social de la Xunta no confirman que la Consellería pasará a hacerse cargo de este centro, pero sí detallan que ha habido, en este sentido, "avances y mejoras". "El año pasado se firmó un nuevo convenio de colaboración para este año 2018 que incorporó una modificación respecto al tramo de edad de atención de los menores y el incremento del presupuesto, que pasó de 153.614 a 275.940 euros", explican. De esta manera, el centro de Palavea atiende a niños hasta los 12 años, cuando antes el límite estaba en 6 años. La intención de la Xunta es, según revelan, "continuar en la senda de colaboración, teniendo siempre muy presente que resulta imprescindible el trabajo coordinado de ambas administraciones para garantizar el bienestar de los niños usuarios del centro".

Residencia universitaria

Valentín González Formoso aprovechó su visita al Calvo Sotelo para recordar que "este curso comienza a hacerse realidad un proyecto demandado por la sociedad coruñesa". Se refiere a la residencia universitaria, que prevé abrir sus puertas en octubre tras un retraso por las obras. La Universidade da Coruña aloja momentáneamente en la antigua Laboral, en Acea de Ama, a los alumnos con plaza en el centro Elvira Bao, la primera residencia pública para estudiantes universitarios en la ciudad. De las 46 plazas ofertadas inicialmente, hubo 33 solicitudes en el período de inscripción. Diez solicitantes quedaron fuera por errores en la documentación o por superar la renta máxima y otros dos renunciaron.