El BNG denunció ayer la situación de "incerteza" de trabajadores y usuarios del servicio a domicilio tras finalizar la prórroga de dos años a la empresa concesionaria. La concejala Avia Veira, que mantuvo un encuentro con empleados de la compañía, recuerda que el contrato caducó este verano, tras la extensión que se hizo del mismo en abril de 2016 con una duración de dos años.

La edil llevará al próximo pleno municipal una pregunta para respuesta oral en la que preguntará al Gobierno local por qué dejó caducar la concesión y que previsión tiene de sacar a concurso un nuevo contrato. Veira alerta de que se trata de un servicio que cuesta 1,5 millones anuales por lo que pagarlo sin nueva contratación supondrá, dice, un desembolso mensual de cantidades superiores a los 120.000 euros. "Es un nuevo ejemplo de cómo el Ejecutivo deja acabar una concesión sin haber realizado la gestión para una nueva contratación", denunció la nacionalista, que califica el trabajo del Gobierno local de "desastroso".

La plantilla que realiza el servicio de atención a domicilio lamentó ayer que tanto ellos como los usuarios no han tenido contacto con el Ayuntamiento por lo que no tienen ninguna "aclaración", tampoco por parte de la compañía, de cómo se realizará la nueva licitación. "Esto es intolerable", criticó Veira, que espera recibir respuesta en el próximo pleno.