El acusado de asesinar a su hijo de 11 años el Día de la Madre de 2017 asestándole varios golpes en la cabeza con una palaDía de la Madre, Marcos Javier Mirás, ha negado hoy, en el arranque del juicio, recordar nada de lo sucedido el fin de semana de los hechos y confesó no poder explicar la muerte del niño. "Marcos Javier normal no mata a su hijo", declaró ante el jurado popular en la primera sesión del juicio, en la Audiencia Provincial de A Coruña.

El Ministerio Fiscal y las acusaciones -la de la madre del menor, la de la Xunta y la de la asociación Clara Campoamor- afirman que el hombre actuó con "premeditación" y "por venganza", para hacer sufrir a su mujer. Las cuatro solicitan para el acusado una condena de prisión permanente revisable. Las siete enfermedades psíquicas que sufre el procesado, según su defensa, le provocaron ese día un "cortocircuito absoluto en su cabeza", alega el abogado, Ignacio Espinosa, que pide para su defendido la libre absolución o su ingreso en un centro psiquiátrico.

El acusado ha dicho hoy en el juicio que "es imposible que conscientemente hubiese hecho eso", pero el "odio" que percibió en la mirada del niño le "estimuló algo" y dice no recordar nada. "Ese fin de semana empezó el viernes y terminó para mí el viernes", ha afirmado. Durante su declaración, ha asegurado que lleva meses pensando qué es lo que sucedió pero, ha dicho, "es imposible que conscientemente hubiese hecho eso".

De lo poco que dice recordar en la fecha del crimen es que acudió al punto de encuentro para recoger a su hijo, quien le miraba "con cara de odio" y asegura que le dijo "que no iba a volver más". "Su enfado y odio me estimuló algo... y no recuerdo nada", ha añadido el acusado, que ha negado haber pegado alguna vez al menor.

La madre del niño ha declarado también en el juicio, tras un biombo, y, entre sollozos, ha negado que pensara que su exmarido podría matar a su hijo aunque sí cree que podría agredirla a ella: "Lo sigo temiendo. Se que me va a matar algún día", ha declarado. Ha afirmado que antes de divorciarse del procesado "la convivencia no era buena, salía y se ponía violento verbalmente. Le tenía miedo". También ha declarado que nunca llegó a pensar que fuese a pasar eso y que el día que no apareció su hijo en el punto de encuentro sólo creyó que su exmarido no lo había llevado porque "no me quería dejar pasar el Día de la Madre con él".

El Ministerio Público solicita la prisión permanente revisable al entender que la única finalidad del presunto parricida era la de causar daño a su exmujer por no haber aceptado reanudar la relación sentimental con él. Según la Fiscalía, ideó un plan y lo ejecutó fríamente, sin importarle la vida de su hijo y haciendo lo posible para que el menor no pudiese ser socorrido. Durante la sesión, la fiscal ha asegurado que la intención del acusado era "causar el mayor daño posible a su mujer y para ello no le importaba acabar con la vida de su hijo de forma brutal".

La fiscalía y las tres acusaciones han recordado el día de la muerte del menor, puesto que "no eligió un día cualquiera, eligió el Día de la Madre". La fiscal y las abogadas de las diferentes acusaciones están convencidas de que Marcos M. tenía todas sus facultades el día del asesinato y que así lo evidenciarán las pruebas que se presentarán.

La defensa alega enfermedades psíquicas de su cliente para eludir la prisión y pide su ingreso en un hospital psiquiátrico. Su abogado defensor ha insistido en que el acusado "tiene diagnosticadas siete enfermedades psíquicas, abusaba del alcohol y llevaba semanas sin tomar la medicación". La defensa también ha señalado que nunca ha reconocido los hechos y es una persona que vive realidades diferentes, "se imagina cosas que no existen". "No niega lo hechos, no los recuerda", ha recalcado el letrado.

El juicio continuará mañana con las declaraciones de más testigos.