Los quince municipios de España distinguidos por la Unesco como ciudades Patrimonio de la Humanidad se quejan de la falta de ingresos. A través de una plataforma web, denuncian que los gastos se disparan mientras se ven obligados a eximir de impuestos a los propietarios de inmuebles situados en los cascos históricos. "Habría que tener una manera integral de cuidar y darle una potencia presupuestaria importante al cuidado del patrimonio", opina el concejal de Turismo, Alberto Lema, aunque A Coruña no está incluida en este grupo.

La ciudad cuenta con un monumento declarado Patrimonio de la Humanidad, la Torre de Hércules. "La fórmula que emplea el Estado para intervenciones de patrimonio es del 1% cultural. No creo que esa sea la manera", critica el edil de Turismo.

Asegura que el Concello apenas tiene problemas para mantener la Torre, pero entiende que otras ciudades de España con "más patrimonio" se encuentren con dificultades. "Somos un ayuntamiento que dispone de buenos medios para mantener el monumento por nosotros mismos. Tanto en el aspecto técnico como presupuestario. Hay otros ayuntamientos, en cambio, que tienen la fortuna de contar con un gran patrimonio pero no con capacidad para cuidarlo", lamenta. Ahí es cuando se ve que "el 1% cultural es insuficiente". "Debería ser una política más proactiva", añade.

Alberto Lema propone además una "política de inspección" que, según indica, "no existe y es necesaria". "Hay una degradación de la conservación del patrimonio cultural. Es algo inexplicable. El servicio de cuidado del patrimonio no debería limitarse solo a una subvención sino que se necesita también una comisión que haga un seguimiento del estado del patrimonio", argumenta el edil.

Los alcaldes de las ciudades Patrimonio de la Humanidad aseguran que la distinción "multiplica los gastos, pero no los ingresos municipales". Estos núcleos urbanos exigen las ayudas del Estado o de la Unión Europea para paliar el descenso de los tributos que se produce por la exención de los impuestos a los propietarios de inmuebles protegidos, ya que los cascos históricos los tienen bonificados. En este grupo se incluye el Impuesto de Bienes Inmuebles -el principal ingreso de cualquier municipio-, y el Impuesto sobre Construcciones, Instalaciones y Obras.