"Un bombazo". Así define el cocinero y propietario del restaurante A Peixería, Pedro Quián, su participación en los Premios Tapas Picadillo tras conquistar tres de los cinco galardones. "Fue muy emocionante porque llega tras un año complicado profesional y personalmente. Todavía me tiemblan las manos si lo pienso", reconoce.
El jurado del Picadillo, certamen gastronómico en el que participaron 71 establecimientos, ha decidido que las dos tapas presentadas por A Peixería han sido las mejores. La tapa creativa es un tartar de sardina ahumada, almendras y manzana. Mientras que la tapa tradicional se trata de una empanadilla de pasta de bacalao con emulsión de aceitunas y tomates secos. "El jurado nos dijo que la tradicional era sencilla pero estaba muy bien hecha. Aun así, nos dio la impresión de que al público le gustaba más la creativa, quizá porque era más sorprendente, con sabores y texturas diferentes. Funcionó muy bien", detalla Quián. Esta tapa también se llevó el premio de maridaje con vinos de denominación de origen de la Ribeira Sacra. "Utilizamos un albariño arriesgado pero salió bien", añade.
Tres premios que saben a gloria, como las tapas. "Seguiremos teniéndolas en la carta durante todo el año", avanza el propietario de A Peixería, situado en el número 8 de la calle Don Bosco. Allí lleva abierto al público desde mayo del año pasado, por lo que estos galardones le permiten consolidarse en la oferta gastronómica de la ciudad. "Somos muchos y muy buenos. Hay mucha competencia, pero te hace intentar ser mejor y estar alerta", analiza Pedro Quián.
El cocinero no esperaba esta respuesta tan positiva, pero desea que sirva para atraer "más clientes". "Estamos en una calle un poco escondidos y quizá sirva para que la gente nos venga a conocer", comenta, mientras se emociona al recordar el momento en el que el jurado le dio los premios. "Fue en un sitio precioso como es el Salón de Plenos, muy emocionante. No me lo esperaba. Sabía que íbamos a estar ahí luchando por todo pero llegar a tanto es increíble", confiesa.
A Peixería tuvo duros competidores. El Premio Picadillo 2018, que se decide por votación popular, fue para el Mesón Serrano, por la tapa Croques, codium y millo. Una elaboración que llevaba además un pan de arroz en el que se podía ver -y comer- un dibujo del exalcalde Manuel María Puga y Parga Picadillo, que da nombre al certamen. El año pasado consiguió el mismo galardón por su lasaña. Ambos aún están en carta.
Este año se añadió una categoría más, la Especial Picadillo, como homenaje al centenario del fallecimiento del político y gastrónomo. El ganador fue A Tixola por su tapa de callos mientras que Central Park recibió una mención especial. Al igual que Surrey en la categoría de maridaje, que llamó la atención del jurado con la elaboración de la carrillera estofada con vino Ronsel do Sil Vel Uveyra. Taberna del Alia, Gastroteca, Gastro Taberna Bombas 5, Chirashizushi y Alia Die recibieron también diplomas por sus creaciones.
Para seguir con las iniciativas gastronómicas, el viernes comienza A miña mellor receita galega de culler, un certamen en el que los locales de hostelería tratarán de imitar platos de Picadillo. "Estos concursos vienen muy bien porque dan vida a la ciudad y nos ayuda a los hoteleros a estar siempre vivos. Además, así la gente va de local en local y no se acomoda solo en uno", concluye el cocinero de A Peixería, Pedro Quián.
