Por tercer año consecutivo, el alcalde, Xulio Ferreiro, acudió a la cita con la Asociación Provincial de Amas de Casa, Consumidores y Usuarios de A Coruña, que arranca en estas fechas el curso con un ciclo de conferencias. La de ayer, a cargo del regidor, se tituló A Coruña tiene nombre de mujer. El auditorio, formado por medio centenar de personas, mayoritariamente mujeres, escuchó con atención durante más de media hora la exposición, en la que Ferreiro repasó las iniciativas del Gobierno local en materia femenina: la creación de una concejalía específica, trabajar en la proporcionalidad entre sexos en órganos de representación o trabajar por la conciliación familiar.

En su intervención, alertó de que las mujeres jubiladas -que eran mayoría en la sala- llegan a cobrar 6.000 euros al año menos que los hombres. Y a ello hizo referencia, antes de otorgar la palabra al público, la propia presidenta de la entidad, Rosa Otero. Pidió apoyo municipal para exigir que las amas de casa coticen para tener la "seguridad" de una vejez tranquila. Y es que, recordó la dirigente, es una reclamación que llevan haciendo desde la creación de la entidad, hace más de medio siglo. Ferreiro se comprometió a hacer suya la lucha y recordó que el lunes, en el pleno, habían aprobado por unanimidad pedir al Estado una renta social.

Y llegó el turno de preguntas. Al margen de volver a mostrarse "apenado" por el "error muy lamentable" que supuso la limpieza de la alfombra del día del Rosario, el alcalde tuvo que enfrentarse a la situación de algunos barrios. El de As Conchiñas, específicamente, fue el que una mujer reprochó a Ferreiro, por la suciedad de perros y la presencia de ratas. Desde otra parte de la sala también se denunciaba la proliferación de gaviotas en la ciudad. A ambas cuestiones, una solución desde Alcaldía: llamada al 010 para desratizar una zona y para retirar nidos, en la otra.

El Deportivo también preocupa a las mujeres por la situación del estadio. Para el 27 de octubre, cuando el equipo se enfrente al Reus, el alcalde afirma que estará acabada la reforma y las gradas volverán a la normalidad. Ante la pregunta de si se mejorarán los baños, solo pudo, entre risas, decir: "Tiene que decírselo a Tino [Fernández, presidente del Deportivo]".

Además del deporte, el auditorio demostró su pasión por la música. Para comenzar, una vecina de la Ciudad Vieja destacó las numerosas bajas en la Banda Municipal. Ferreiro estuvo de acuerdo con ella en que el conjunto está "en un momento estupendo" y reconoció que las limitaciones de contratación del Gobierno central impiden poder completar la plantilla. "Estamos atentos", finalizó el alcalde, preparado para la siguiente pregunta. Las fiestas, aunque ya rematadas este año, interesan a las presentes y una de ellas reclamó que hubiera música tradicional en los jardines, como antaño. Ferreiro admitió que el festival de habaneras se trasladó este agosto a la plaza de la Tolerancia pero que justamente en la zona los vecinos estaban encantados mientras, entre el público, también había debate sobre la decisión.

El regidor pasó el examen de la asociación, un año más, con un puñado de promesas para saldar la deuda que, como él mismo dijo al principio de su intervención, la ciudad tiene con las mujeres.