Las esperanza de vida para las casas modernistas de la avenida de Oza sigue pendiente de un hilo. El Concello informa de que prepara la declaración de caducidad de la licencia de reforma del edificio número 130 y que ha sancionado con 2.400 euros al nuevo propietario del inmueble número 132 por no solicitar licencia para rehabilitar, según detalla en respuesta a una pregunta escrita del grupo del BNG.

El Concello afirma, sobre el edificio con número 130, que "tramitará en breve el procedimiento administrativo para declarar la caducidad de la licencia concedida en fecha 9 de abril de 2010 para obras de reforma del edificio, por transcurrir el plazo para ejecutar las obras". El inmueble contó con licencia de reforma en 2010, permiso que el Ayuntamiento prorrogó, pero no se llegaron a ejecutar los trabajos. La nueva licencia deberá ahora ajustarse al nuevo plan general, más restrictivo que el que estaba vigente cuando se otorgó el permiso anterior.

El edificio con número 132, que hace esquina, sigue sin rehabilitar, por lo que el Ayuntamiento, tras enviar un requerimiento al nuevo propietario, ha impuesto una multa coercitiva de 2.400 euros. Asegura que "en el caso de que no se cumpla la orden de solicitar licencia de rehabilitación, se continuará la ejecución forzosa imponiendo nuevas multas coercitivas", anuncia en la respuesta escrita al BNG.

El Ayuntamiento apunta, además, que el propietario presentó el pasado mes de julio un informe técnico sobre las medidas de seguridad adoptadas. En el 132 se han realizado obras para asegurar la estructura y evitar desprendimientos y se colocó un andamio. Estos trabajos, aclara, no están encaminados a la rehabilitación de la casa.

El BNG pregunta también por la valla publicitaria instalada en la fachada del edificio número 132. El Ayuntamiento responde que no consta licencia municipal para colocar el panel, "por lo que se comunicarán los hechos a la Consellería de Cultura y Turismo, sin perjuicio de que por el Concello se tramite expediente de reposición de la legalidad urbanística".

La vivienda número 132 -antes 152- fue declarada ruina en febrero de 2012. Entonces, el Ayuntamiento requirió a los propietarios que adoptasen medidas de seguridad y que rehabilitasen la construcción. En 2015, al comprobar que no se habían ejecutado los trabajos ordenados, el Concello instó al propietario a que solicitase el permiso para rehabilitar el inmueble y que asegurase el edificio. En 2016, el propietario pidió licencia de reforma pero el Ayuntamiento la denegó porque las obras proyectadas vulneraban el régimen de protección de la casa, estructural.