El papel oficial del Ayuntamiento aún mantenía la 'L' en el nombre de la ciudad. Era el 5 de julio de 1984 y el entonces alcalde, Francisco Vázquez, y el general de Brigada de Infantería, Juan Valverde Díaz, como director-gerente de la Junta Central de Acuartelamiento, firmaban un convenio de ocho páginas en las que se recogía el cambio físico de varias partes de la ciudad, con la cesión del Ministerio de Defensa de varias propiedades a cambio de edificabilidad en muchas de esas zonas.

El documento expone que se firmaba el acuerdo entre ambas administraciones por estar en redacción el Plan General de la ciudad, el finalmente aprobado en 1985, y por considerarse necesario "corregir" las calificaciones de las propiedades estatales ya que, dice el texto, "figuran las zonas militares como suelo institucional en su mayor parte, calificación en desacuerdo con los planes del Ejército en La Coruña (sic)". Entre los lugares que reglaba, el monte de San Pedro y Punta Herminia que, a día de hoy, ya son lugares de uso público, de esparcimiento y disfrute.

Dos cuarteles sufrirían también cambios, el de San Amaro, que casualmente se convertiría en sede de la Concejalía de Urbanismo y ahora de Rexeneración Urbana, y el de Zalaeta y Corralón, que pasaría a ser el museo de Bellas Artes, entre otros edificios residenciales de la zona que dieron notables ingresos económicos al ministerio por la venta de los solares. El primer punto, el que aún está en duda a día de hoy, rezaba: " Terrenos de la Ciudad Vieja, situados entre la Comandancia de Obras y el Hospital Militar". Se establecía que el uso sería "preferentemente dotacional" pero con "tolerancia" al uso residencial. El cálculo aproximado es que, en los tres terrenos de A Maestranza de Defensa, se puedan levantar 290 viviendas, aunque el precio fue el principal freno para que, las dos subastas convocadas por Defensa en los últimos meses, ambas quedaran desiertas.

En el propio convenio se establecía que en el supuesto de "divergencias o diferencias de interpretación" en los acuerdos se ejercería la "conciliación" a través de una junta con representación del Ejército, el Delegado del Gobierno y la Junta Central de Acuartelamiento, así como representantes municipales. Apostillaba el documento que en el caso de que surgiera una "nueva discrepancia o disconformidad" se sometería el asunto al Consejo de Ministros. Finalmente, los asuntos relacionados con este pacto entre Concello y Defensa se han tratado de manera menos formal, con reuniones entre ambas instituciones y, por ahora, no ha llegado el conflicto al Consejo de Ministros. Justo ahora se abre una mesa técnica para dirimir diferencias, conscientes ambas partes de que el convenio de 1984 sigue vigente pero también de que la situación de la ciudad es absolutamente distinta a la que se vivía en aquel momento.

Cambio de gestión

El documento, al margen de A Maestranza, ha seguido removiéndose décadas después de su firma. Y es que este mismo año, en enero, el Ministerio de Defensa firmó la cesión al Concello en esa misma zona de 90.000 metros cuadrados porque, pese a que su gestión ya era municipal, formalmente seguían siendo propiedad del Gobierno central. Se incluía en este nuevo pacto el hospital Abente y Lago, anteriormente Hospital Militar, la Fundación Luis Seoane y la antigua Comandancia de Obras.

Eran 703.000 metros cuadrados los que poseía en aquel mes de julio de 1984 el ministerio en A Coruña quedando actualmente solo 314.634 metros cuadrados los que continúan con uso militar, la mayor parte son en la Fábrica de Armas, con 254.215, el cuartel de Atocha, con 22.265, y la Hípica, con 11.715 metros en total.

En el caso de A Maestranza, los tres solares propiedad del departamento estatal suman 5.290 metros cuadrados. Aunque la primera subasta, en 2016, contenía las tres fincas, con capacidad para levantar edificios de hasta siete plantas frente al mar, la segunda ya excluyó una de ellas, la que tenía más posibilidades de tener en su subsuelo restos arqueológicos.