Sí, tomates en la playa de Bens, sobre la arena. Y se cuentan por decenas. Aún lucen verdes pero se supone que cuando maduren a pocos le apetecerá comerlos. Por el entorno industrial que acorrala la playa, los que han tenido la oportunidad de verlos los han empezado a llamar tomaccos, en referencia a un capítulo de Los Simpsons en el que Homer se convertía en granjero y creaba un transgénico de alto contenido adictivo fruto de mezclar semillas de tabaco, tomate y supuestas barritas de uranio. Las tomateras salvajes, que se han extendido a ras de suelo, podrían ser candidatas a entrar en el mapa de la biodiversidad coruñés.