El riesgo de caída de la chimenea del edificio número 158 de la avenida de Oza, que se encuentra en ruinas, obligó ayer a los bomberos a desmontarla en torno a las 16.00 horas de ayer, por lo que fue necesario cortar el tráfico en la calle entre la ronda de Outeiro y el mirador de Os Castros. Los bomberos comprobaron que la chimenea estaba muy agrietada, por lo que optaron por empujarla hacia el tejado, que fue atravesado por los cascotes, al igual que dos plantas del inmueble, que cuenta con cinco alturas y bajo.