Por una parte, los artistas tienen un gran lienzo donde desarrollar su creatividad y, por otra, un espacio público degradado tiene una nueva cara, más llamativa y luminosa. La iniciativa Ruarte, que impulsa el Concello, pintará siete murales de gran tamaño en distintas partes de la ciudad que necesitaban de realce y, para ello, realizará una inversión de 60.000 euros. La actuación arrancará la próxima semana y está previsto que finalice antes de que acabe el año. Además, esta actuación se completa en las calles de A Coruña con otros dos murales que organiza el Fondo Galego de CooperaciónFondo Galego de Cooperación y que también comenzarán a pintarse a finales de este mes en la zona entre la ronda de Nelle y A Falperra, y en la calle Posse.

El primer mural de Ruarte que verá la luz será uno muy significativo, el de la muralla que rodea el antiguo depósito de aguas de Monte Alto, en la calle Vereda de Polvorín. Dos integrandes del colectivo Kasomiso serán los encargados de plasmar el diseño que crearon y que intenta dar importancia al agua en todas sus vertientes, por estar el lugar relacionado con el suministro para toda la ciudad. Para ello, y tras varias propuestas que, confesó el gestor cultural Fabrizio Rosano, no gustaron a la empresa municipal de aguas, Emalcsa, decidieron plasmar una instantánea del río Eume. Una imagen natural de una de las cuencas más importantes de la comarca, añadió Rosano. Y es que el muro no es un muro cualquiera. Fue construido en 1906, relató el portavoz del colectivo Sin Ánimo de Nome, y la compañía quería que el dibujo estuviera a la altura del patrimonio municipal. El resultado se podrá contemplar y juzgar en pocas semanas por parte de los vecinos del barrio.

Los baños de la plaza de A Cubela serán “resaltados” por Salvador Aneiros, que explicaba cómo basándose en la separación de sexos habitual, había ideado una manera más “llamativa” de plasmarlo. “Queríamos realzar el espacio para que sea más identificable”, apuntó. También será este ilustrador el que se encargue de cubrir distintas instalaciones del parque de Eirís utilizadas como almacén. “Quisimos hacer un trabajo con especies autóctonas para embellecer la zona”, narró Aneiros. Caracoles, ranas o salamandras de gran tamaño convivirán con animales reales, de menores dimensiones, en el área verde que los rodea.

La entrada del parque de San Diego junto al viaducto de la avenida del Ejército será otro lugar que, a petición de la asociación vecinal, se recuperará con un gran grafiti. Iria Fafián será la encargada de darle vida a la zona con un mural que tendrá motivos del mar, en consonancia con la cercanía al puerto. Otra mujer ilustradora, Xulia Pisón, pintará el muro ubicado en la calle Caballeros, frente a la estación de autobuses, y, otra más, Paula Fraile, hará lo propio en otro viaducto, el que pasa por encima de la calle Costa Rica.

Sekone y Leo López tendrán su espacio en el muro de la finca de los Mariño, en el paseo marítimo, junto a la playa del Matadero. Se trata de los autores de un reconocido mural de la ciudad, de hace diez años, que sirvió de homenaje a tres hombres mayores que les observaban mientras pintaban, bajo el viaducto de San Pedro de Mezonzo. Fue esta actuación, con motivo de los 800 años de la fundación de A Coruña, la última de envergadura que se llevó a cabo en murales. Se pintaron en las columnas que soportan el tráfico de Alfonso Molina varias estampas relacionadas con esos ocho siglos de historia.

Ahora, la idea, según explicó la concejala de Medio Ambiente, María García, es que se recuperen “zonas degradadas” del espacio público a través del arte, que también implica, dijo, reflexión. Además, una vez que se realicen estos siete murales, habrá más. “Ruarte nace con ánimo de continuidad”, apostilló la edil, que también destacó la participación de varias ilustradoras, buscando la paridad en los artistas.