Con la temporada invernal a la vista, el Concello toma precauciones en el borde litoral de la ciudad. Dos máquinas bulldozer trabajaron ayer en la playa de Riazor para formar la duna de contención que se coloca cada otoño como barrera de protección del paseo marítimo ante la prevención de condiciones meteorológicas adversas.

Los trabajos durarán los próximos días para dejar instalada la duna antes del fin de semana, cuando empeoren las temperaturas. Su finalidad es que evite la fuerza de los temporales de viento y lluvia que embravecen el mar entre el otoño y la primavera y que en años anteriores causaron que las olas rebasasen las barandillas y el agua llegase hasta la carretera, especialmente en la zona de Rubine y la avenida de Buenos Aires, donde estos días están las bulldozer.