A Coruña es, para muchos, sinónimo de sector textil. Y mucho antes de que el gigante de Amancio Ortega arrasara el mercado internacional, muchas otras empresas hicieron de la ciudad la cuna del glamour. Una de ellas, Confecciones Pascual, ya desapareció hace años, pero su local del número 18 de la calle San Andrés mantiene su cartel de Atempore, recordando la saga familiar que desde principios del siglo pasado vendía la ropa de las marcas más exclusivas. Tras más de una década sin uso, el bajo comercial volverá a la vida en menos de un mes. La empresa de ingeniería Sedisa hará del local su nueva sede.

Fuentes de la compañía explican que han alquilado el establecimiento para trasladar sus oficinas, ahora ubicadas en el número 56 de la misma calle, aunque en una séptima planta. La previsión que manejan, con las obras ya en marcha para reformar el local, es instalarse en el nuevo emplazamiento a lo largo del mes de noviembre. En el nuevo local, la empresa, que nació en 1988, podrá ofrecer sus servicios a pie de calle, fundamentalmente basados en la ingeniería industrial y en el diseño, construcción, mantenimiento y gestión de instalaciones de producción de energía.

En el año 2009, en plena crisis económica y debido a esta, la compañía Confecciones Pascual anunciaba el cierre de varias tiendas en A Coruña y Arteixo, tras el traslado de Atempore desde San Andrés a la calle Real dos años antes. Fuentes de la empresa detallaban que la situación económica había generado serias dificultades al pequeño comercio, en general, pero más al de alta gama al que pertenecían, por la caída de las ventas al registrarse una bajada del consumo y el alto precio de los alquileres de bajos comerciales en el centro de la ciudad. Ahora, uno de ellos, volverá pronto a la vida.

Al igual que fuera Confecciones Pascual, Sedisa es una empresa familiar creada por dos ingenieros, Juan Ramón Fernández Jorge y Eusebio Cuadrado Quijada, en la ciudad. Pese a las tres décadas de diferencia y a los avances con respecto a conciencia medioambiental en todos los sectores empresariales, la compañía ya nació con el propósito de la utilización racional de la energía y la mejora de la eficiencia energética. En la actualidad, la compañía cuenta con cinco empleados.

La mayor parte de sus trabajos en los últimos treinta años han tenido como escenario Galicia y como protagonistas algunas de las grandes industrias aquí instaladas, como el puerto de A Coruña, la refinería de Repsol y Ferroatlántica, entre las que se cuentan en la comarca coruñesa.