"Queremos que el parque ofimático tenga las mismas condiciones que un barrio más de la ciudad". El concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela, presentó ayer la segunda parte del proyecto de urbanización del parque ofimático, para dotar a la zona de conexiones viales y peatonales con Matogrande, de una gran plaza central y diversas zonas de esparcimiento y ocio en todo el barrio. Con 14 millones de euros de presupuesto y 18 meses de ejecución, el edil aplaza el inicio de obras hasta el año 2020, ya que el documento urbanístico aún tiene que superar diversas fases. Es más, ni siquiera se atreve a garantizar que la licitación se ejecute antes de las elecciones municipales, en mayo, lo que dejaría en el aire el plan.

La primera parte de la urbanización del barrio, ya finalizada y que costó 2,6 millones, supuso que los edificios ya construidos, los de los cooperativistas, ya puedan recibir licencias de primera ocupación —a falta, aún, de suministro eléctrico—, pero aún resta por componer otros espacios públicos de la zona, que ahora comenzarán la tramitación. La primera, la petición de informes al Administrador de Infraestructuras Ferroviarias (Adif), a la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (AESA), a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta y a la Dirección General de Carreteras del Ministerio de Fomento.

Varela defiende que todos estos organismos están informados del proyecto por lo que espera una respuesta "ágil", aunque lo normal es que tarden varios meses en contestar a este tipo de peticiones. Después sería la Junta de Gobierno Local la que daría su visto bueno y se abriría, entonces, un plazo de exposición pública en el que se podrían presentar alegaciones. Finalmente llegaría el momento de sacar a concurso público el contrato, que será sufragado por las cuotas de urbanización de los propietarios del suelo, mayoritariamente la Xunta, a través de Xestur, y promotores privados. Ante los posibles retrasos, el concejal se lavaba, previamente, las manos: "No depende exclusivamente del Concello".

Según el responsable municipal, la parte más costosa de la obra, hasta la mitad de los 14 millones, los requiere las grandes infraestructuras viarias. Por un lado, la contención del desnivel a la altura del colegio de los Maristas y la finalización de la avenida que linda con este centro educativo, y, por otro, los taludes que separarán el ofimático de las vías ferroviarias, el falso túnel que las salvará por un lateral y la carretera que conectará la plaza central del nuevo barrio con el ya existente. A través de conexión viaria y peatonal habrá unión entre ambas zonas por las dos mencionadas y por la rotonda ya transitable a la altura de Eirís.

Dentro del barrio, se instalarán más de 2.000 árboles, principalmente magnolios y robles, 35.000 metros cuadrados de césped y 7.000 de arbustos. En cuanto al mobiliario urbano, habrá 160 bancos y 16 fuentes de tipo "estándar" que se contraponen a los "lujos" que, dice, existía en el proyecto original, el de 2011 que fue anulado por los tribunales y que sumaba más de 40 millones de euros. De este mismo plan se suprime, admitió el edil, un aparcamiento subterráneo bajo la plaza central. Esta será un gran espacio dividido en tres partes: una verde de esparcimiento, una central para eventos, con una gran pérgola de seis metros de ancho, y otra zona de parque infantil, con juegos para niños de entre tres y 12 años. Además, se instalará un carril bici y varias sendas peatonales en toda la extensión del barrio y se rematarán las infraestructuras con un colector que conectará las aguas pluviales con las de Matogrande y, por tanto, la red de la ciudad.

No serán las últimas obras que se realicen en el parque ofimático pero, a falta del proyecto definitivo de la ampliación de Alfonso Molina, el Concello acaba por ahora aquí su función. Varela defendió la exclusión del ámbito de San Vicente de Elviña, al otro lado de la avenida, que se cerraría con la pendiente modificación del plan general, y quedaría cómo se reparte la edificabilidad que tiene Adif en la zona más cercana a Matogrande.

Al margen de estos últimos movimientos urbanísticos y de las obras ayer presentadas, el Gobierno local se reúne hoy con Unión Fenosa y los cooperativistas para intentar agilizar la tramitación del suministro y poder entregar las licencias de primera ocupación, que permitiría a los propietarios de las viviendas entrar en sus casas a vivir. Por otra parte, Varela mostró su confianza de que la asociación de promotores, a la que ayer le presentó el proyecto, no impugne los permisos municipales, tal como anunciaron. "Queremos que sea un sector habitable cuando antes y que se revalorice", defiende el responsable de Rexeneración Urbana.

Sin noticias del plan para ampliar Alfonso Molina

El concejal de Rexeneración Urbana se mostró ayer "extrañado" y aseguró que le "llama la atención" que ni el Ministerio de Fomento ni la Delegación del Gobierno en Galicia le hayan hecho llegar el proyecto para la ampliación de la avenida de Alfonso Molina. "Seguimos esperando", reprochó el edil, que dice solo haber consultado el documento urbanístico a través de la publicación en el BOE, en marzo de este año, donde, apostilla, solo se incluían "características escuetas". Así las cosas, aunque defiende que con el anterior Gobierno central se habían negociado cuestiones como la humanización de los laterales de la carretera, prevé que algo de lo hablado no esté plasmado en el plan final: "Sospecho que no se cumplirán". Una de las que desaparecía en aquel proyecto era la conexión con el ofimático, justamente, que, argumentó el concejal, "desatascaría la rotonda de Matogrande".