La Fundación Barrié ha alquilado dos plantas de su sede del Cantón Grande al Instituto Tecnológico de Galicia (ITG) para que desarrolle su actividad, que antes venía realizando en Pocomaco. El más de medio centenar de trabajadores que emplea ITG, todos ellos de alta cualificación en diversos sectores, ya trabajan diariamente en los niveles 2 y 3 del simbólico edificio, aunque aún no han finalizado el proceso de mudanza desde el parque empresarial coruñés. Desde la Fundación Barrié niegan que esta situación vaya a tener influencia en las actividades que allí desarrollan desde hace años, como exposiciones, conferencias o talleres de divulgación.

Fuentes cercanas a ambas entidades reconocen que el espacio liberado de la fundación no estaba abierto al arrendamiento en general, sino que se llegó a un entendimiento porque las dos desarrollan una actividad sin ánimo de lucro, con unos objetivos determinados, de extensión del conocimiento o impulso de actividad económica o investigadora en la comunidad.

La entidad percibirá así, regularmente, una cuantía económica que contribuye a paliar el descenso de ingresos que sufre desde que el Banco Pastor, del que formaba parte como brazo social, fuera absorbido por el Banco Popular y, más tarde, este fuera adquirido por el Banco Santander.

Hace poco más de un año que la Fundación Barrié anunciaba el incremento de un 35% de la toma temporal de participaciones en empresas cotizadas, fondos de inversión y deuda para blindar su futuro. "La política de inversiones tiene por finalidad proveer de estabilidad a largo plazo y liquidez suficiente para la financiación de actividades", explicaba la entidad en aquel momento, exponiendo que buscaba una "diversificación y estabilidad en las fuentes de ingresos". Las pérdidas registradas en 2016 habían sido de 165,8 millones de euros, en parte provocado por la desaparición de las acciones del Pastor. Esta operación inmobiliaria, de ceder a uso privado parte de su sede del número 9 del Cantón Grande, encajaría dentro de la necesidad de obtener ingresos para seguir manteniendo su importante actividad en la ciudad y en Galicia.

Por su parte, ITG nació hace más de 25 años y es responsable de soluciones tecnológicas en el ámbito de la energía, la industria, el medio ambiente o la gestión del territorio. Fue fundada por el colegio de arquitectos, de ingenieros industriales y de ingenieros de caminos, canales y puertos e incluyó como patronos, aparte de estas tres entidades, a otros colegios de ingenieros, la Confederación de Empresarios, la Xunta y las tres universidades gallegas.

La fundación es el primer centro de investigación gallego en ser reconocido por la Agencia Española de Seguridad Aérea (AESA) como Operador Nacional para el desarrollo de aplicaciones civiles para drones, como el control marítimo- pesquero, la lucha contra incendios o la protección del patrimonio.