El público del Coliseum se entretuvo ayer con una Kiss Cam poco convencional antes del concierto de Dani Martín. Y el juego cogió a más de uno con el pie cambiado. El reto no consistía en darse un beso, sino que las parejas pilladas por la cámara debían "hacer el imbécil". Más de una no leyó el cartel y optó por el beso. Otras ni siquiera se percataron de que las estaban grabando.