El Gobierno local ha decidido encomendar a la Empresa Municipal Vivienda, Servicios y Actividades (Emvsa) la gestión directa de los aparcamientos subterráneos de las plazas de María Pita, Galicia, Maestro Mateo y San Cristóbal, una vez que anule la actual concesión a la empresa Aparcamientos Reo. La Junta de gobierno aprobará hoy iniciar el procedimiento para rescindir el contrato con esta compañía que data de finales de los años 80 y que aún tenía vigencia por casi otros veinte años más. La razón que esgrime el Concello para tal decisión es que la gestión efectiva de las instalaciones e incluso el pago anual del canon la realizaban las comunidades de cesionarios o las empresas que regían la explotación de las plazas de rotación. Además, alega que Aparcamientos Reo es "una empresa sin actividad, pero que oficialmente no está extinguida".

La compañía pública, por su parte, ya promocionó la construcción y gestión de cuatro parkings en distintas zonas de la ciudad. En Matogrande, As Conchiñas, Sagrada Familia y entre el Oncológico y el Materno Infantil hay instalaciones que impulsó Emvsa y en las que, en algunos casos, como en la de los cuatro aparcamientos afectados, hay plazas de estacionamiento en cesión para usuarios fijos, otras de rotación, para el uso puntual de ciudadanos o visitantes, y otras de alquiler para una franja horaria o días específicos. En total, 1.275 espacios para vehículos privados que fueron fomentados por la empresa de vivienda a lo largo de la última década por encargo del propio Ayuntamiento coruñés.

Otras de las actividades que gestiona Emvsa son el servicio de alquiler de bicicletas, la gestión de multas por infracciones de tráfico dentro del municipio o la construcción de instalaciones deportivas, como el ya finalizado en Matogrande o el que aún está en proyecto en O Castrillón. Unas encomiendas completas a las que se unen otras puntuales relacionadas con el parque inmobiliario construido de la ciudad, la futura promoción de viviendas de protección así como estudios para ejecutar equipamientos o zonas verdes.

El número de aparcamientos que gestionaría la empresa pública, cuando finalice el proceso de anulación del contrato, sería de ocho aparcamientos, convirtiéndose en su principal actividad. Para ello, el Gobierno local aún debe superar otros pasos, como el que se abrirá hoy con el acuerdo de junta de gobierno: el plazo de diez días a Aparcamientos Reo para que presente las alegaciones que considere a la propuesta de fin de la concesión, firmada en el año 1986.

Entre las irregularidades que observa el Ejecutivo municipal está la dejadez de funciones de la concesionaria pocos años después de la rúbrica, cuando las comunidades de usuarios fijos de los parkings comenzaron a ser el interlocutor del Concello e incluso asumieron los costes de diversas obras para la seguridad o conservación de las instalaciones. La administración local llegó a incoar varios expedientes sancionadores en distintos aparcamientos por defectos en la limpieza y por no mantener en buen estado los mismos. Los propios cesionarios llegaron a pedir la anulación de la concesión porque el dueño "ha abandonado descaradamente sus obligaciones contractuales".