La ausencia de lluvias durante la mañana de ayer favoreció que desde primera hora del día fuera intensa la actividad en los cementerios municipales, a donde acudieron numerosos coruñeses para dedicar la jornada al recuerdo de sus familiares fallecidos. San Amaro, Oza, Feáns y San Pedro de Visma se poblaron ayer de personas en busca de las tumbas de sus allegados para adecentarlas y adornarlas con flores con las que mantener viva su memoria.

Para favorecer su llegada, la Compañía de Tranvías reforzó ayer el servicio de las líneas que llegan a los diferentes camposantos de la ciudad, a pesar de lo cual la circulación fue intensa en sus alrededores. Las floristerías vivieron un año más su jornada de mayor actividad para atender la demanda de quienes querían honrar a sus muertos, que se adentraron luego por los pasillos de los cementerios con toda clase de trabajos florales para depositarlos en los lugares en los que descansan los restos de sus parientes.

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Día de todos los Santos en el cementerio de San Amaro

San Amaro, como es tradicional, fue el escenario elegido por la Corporación municipal para rendir los homenajes oficiales. En primer lugar en la Cruz de los Olvidados, donde el alcalde, Xulio Ferreiro, colocó un ramo de flores y dedicó un recuerdo a los hombres y mujeres que "lucharon por hacer de esta una ciudad más ilustrada, más justa y más igualitaria". También aprovechó la estancia junto a ese monumento para honrar a quienes de forma anónima "contribuyeron a la construcción de esta ciudad", así como a las personas que "fueron silenciadas durante décadas o quedaron invisibilizadas".

Luego la comitiva formada por concejales de los diferentes grupos pasó por la tumba de Manuel Curros Enríquez con el presidente de la fundación que lleva su nombre y por la de Juana de Vega, también con el responsable de la fundación creada en su memoria. La última estación de este recorrido por el cementerio fue el monumento a los Muertos por la Libertad, donde también se depositaron flores para homenajearlos.