- En 2013, el entonces alcalde, Carlos Negreira, manifestó que quería que A Grela fuese un barrio más de la ciudad. El actual presidente de los empresarios del polígono ha dicho que esto es un barrio. ¿Lo es en realidad?

-Fue Negreira entonces quien abanderó ese concepto, trasladado por la propia asociación de empresarios. Yo creo que A Grela es especial porque no se puede encasillar, lo que no quiere decir que carezca de un plan estratégico sobre hacia dónde quiere ir. A Grela nació como polígono industrial y el tiempo le marcó otro rumbo, el de un ámbito comercial y de servicios, que es la dirección que sigue porque es la que se nos demanda.

- ¿Desea A Grela convertirse en algo más?

-Me gustaría que fuese un orgullo más de la ciudad, como lo son otras zonas. Es un barrio al que se puede ir andando en el que residen empresas que generan riqueza para A Coruña. Su actividad de servicios favorece a todo el mundo, pero la gente no concibe que aquí se puede vender de todo al público. Hay aún una barrera psicológica que hace creer que solo hay naves y no hay aceras. En el polígono tiene que perdurar lo industrial sin dejar de potenciarse la parte comercial. No todas las ciudades tienen la suerte de tener un polígono tan cercano donde, con algunas limitaciones, se pueda conciliar mejor la vida laboral y la familiar.

- ¿Quién cree que advierte mejor la imagen de A Grela como barrio: los vecinos de barrios limítrofes o los de más allá?

-Creo que va más allá de los barrios próximos. Aunque tenemos más de 50 años de actividad y hace tiempo que dejamos el perfil industrial por el de servicios, con medianas y pequeñas empresas de gran valor añadido, estamos abriendo el cascarón y llegando al ciudadano; le abrimos los brazos no solo al que ya nos conoce.

- ¿Cómo se promociona el polígono desde dentro?

-En 2017 lanzamos la campaña Compra na Grela en colaboración con Adif y Naturgy, entonces Fenosa, que repetimos ahora, con cartelería en las entradas al polígono. También hicimos un sorteo para que cualquier empresa, trabajador y usuario que comprase en una de nuestras empresas pudiesen obtener 15 vales de 200 euros. Nuestras propias empresas nos demandaron esto por la necesidad de tener más apoyo comercial y atraer a más clientes. Estos primeros contactos con la visión comercial del polígono resultaron muy bien.

- ¿Se nota por ello más gente, algo más de vida urbana?

-Con esto hemos notado que hay más conciencia de que al polígono se puede venir a comprar. Es un objetivo en el que no se puede pasar de cero a cien. Y hay otro aspecto significativo: A Grela tiene una vida de día y otra fuera del horario laboral, hacia la noche, con gente de otras zonas que viene a pasear, a las cafeterías del polígono o a hacer deporte en las instalaciones.

- ¿Qué ayuda más en esta evolución y en la atracción de usuarios: el parque de Vioño, la apertura de Marineda City en su día, las instalaciones deportivas, negocios de hostelería, por poner algunos ejemplos?

-El polígono ha tenido su propia inercia, con esfuerzos por urbanizarse, por mejorar aceras, plantar árboles o disponer de zonas ajardinadas. Ha sido un trabajo conjunto de humanización entre la asociación, las empresas y las administraciones.

- Pero hay problemas que perduran o no parecen encontrar solución. Uno es el aparcamiento.

-La falta de espacio para aparcar hace que esas aceras y jardines que pedimos que estén bien están siempre invadidas. Eso desluce la imagen de polígono urbano y le da una sensación caótica en muchos momentos del día. Allí donde ha habido un sitio para habilitar una plaza o cambiar el estacionamiento de paralelo a batería, siempre se ha conseguido. Ahora debe haber menos de un 10% de espacios donde se podría construir más. Pero esa no es la solución, porque cada vez hay más movimiento, la gente usa el coche y no hay más superficie. La solución pasa por otra vía.

- Lo que nos lleva a otro problema: la falta de conexiones del transporte público.

-Casi todo lo que hemos solicitado para el polígono lo hemos conseguido. Pero en movilidad nos sentimos impotentes. Pasa el tiempo y no hay actuaciones concretas que mejoren la situación. Solo hemos logrado que la línea 11 entrase en el polígono para dar mucho servicio a una zona, y nos costó muchísimo. En realidad lo que pedimos son más líneas de bus conectadas desde otras áreas y con más frecuencias para que se adapten a nuestros horarios. El Concello tiene un estudio del nuevo mapa de líneas, pero no lo hemos visto. Otra cosa es crear aparcamientos disuasorios conectados con líneas circulares, pero mientras no los haya hay que dar soluciones.

- En A Grela ondea desde este año la bandera que lo distingue como Polígono Empresarial de Calidad. ¿Dónde reside?

-Esta marca no quiere decir que seamos perfectos, sino que cumplimos unos estándares mínimos determinados por unos reglamentos que en otros polígonos no se dan. Tenemos muchas mejoras que hacer pero no son no conformidades. La distinción nos permite demostrar a las administraciones que somos un polígono de calidad que necesita seguir mejorando.