Maravilloso concierto con una magnífica transcripción de esta bellísima zarzuela, fruto de la fecunda colaboración del gallego Soutullo y del valenciano Vert. Una obra maestra del género, una zarzuela grande de carácter campesino, que permanece en repertorio desde su estreno, debido sobre todo a la calidad de una música que, de acuerdo con las convenciones habituales, más parece propia de una verdadera ópera. Digo esto -y lo he dicho muchas veces- porque no importa la definición de los géneros ni si tienen o no tienen partes habladas ( La flauta mágica, la obra maestra de Mozart es un singspiel con partes habladas; es decir, una zarzuela); lo importante es el carácter de la obra y la calidad de la música. ¿Hará falta que recuerde Maruxa, Las golondrinas, L a pícara molinera, Doña Francisquita, El caserío, La dogaresa, El barberillo de Lavapiés, Jugar con fuego, La parranda, La revoltosa, La verbena de la Paloma, La Gran Vía, La viejecita? para demostrar la altísima calidad del llamado género lírico español, tantas veces menospreciado por nosotros mismos? Grande, brillantísima idea la de Juanjo Ocón de interpretar esta música que él ha cuidado con enorme talento en una transcripción espléndida. Merecería un bisado con solistas y coro. La Banda ha estado en uno de sus días grandes. Siempre he dicho que una de sus características definitorias es su capacidad para el cantabile. En oportunidades como estas, lamento no disponer de espacio para mencionar a cuantos actuaron como verdaderos solistas. Vaya al menos mi felicitación global y mi agradecimiento a un director espléndido. La Banda coruñesa lo merece. Y él merece a esta Banda.