La junta de gobierno de hoy aprobará el cambio en el proyecto de reforma del estadio de Riazor al que obligó la Inspección de Trabajo y que consiste en la instalación de una pasarela metálica sobre las cubiertas para garantizar la seguridad de los operarios que realicen labores de mantenimiento. El Ejecutivo municipal da el visto bueno al aumento en el presupuesto de la obra en 210.200 euros para cubrir el coste de esta modificación, que realizará la misma empresa que ejecuta el proyecto, Arias Infraestructuras, y la asumirá el propio Ayuntamiento coruñés.

Pese a este cambio en las obras, fuentes municipales anunciaron esta semana que el partido del Deportivo de este sábado por la noche, contra el Oviedo, se desarrollará con las cubiertas totalmente terminadas ya que estos días los trabajadores se emplean, añaden, en el cierre exterior de la fachada de la grada de Pabellón.

Justamente la CIG denunció ayer que los empleados continuaron ayer sus labores pese a haberse decretado alerta naranja por temporal en todo el litoral. Desde la Federación de Construcción y Madera del sindicato, reprocharon que los operarios estuvieran en plumas o cestas a varios metros de altura "soportando lluvia persistente y ráfagas de más de 100 kilómetros hora, con riesgo grave de caída mortal". La central comunicó a la Inspección de Trabajo la situación en el estadio.