Las medidas puestas en marcha por el Gobierno local para la mejora de la iluminación del espacio público y la gestión eléctrica han supuesto un ahorro de 600.000 euros en los últimos años a pesar del aumento en el precio de la energía, según destacó ayer el concejal de Rexeneración Urbana, Xiao Varela. El coste energético en la factura del Concello subió por encima del 30%, pero las iniciativas ahorrativas aplicadas consiguieron reducir el gasto en esa cantidad respecto a 2012, el año en que se comenzó a realizar un análisis detallado de la factura eléctrica.

Como consecuencia de estas medidas, se produjo una disminución en la potencia necesaria para el alumbrado público (un 10% menos) y en el consumo (un 9,3% inferior respecto a 2012), señala el Ayuntamiento.