El cielo y las estrellas unieron hace 16 años a los miembros de la Agrupación Ío. El portavoz de la entidad, Óscar Blanco, recuerda que entonces era tan solo "un grupo de 15 personas" que tenía la "intención de divulgar" temas sobre astronomía. Hoy son más de 170 socios "con 40 satélites" -apunta-, que es cómo la agrupación denominada a sus abonados menores de 14 años. "Años antes ya pensábamos en crear Ío. En 2002 nos pusimos en contacto aficionados y trabajadores del Planetario para hacerlo", explica.

Los inicios fueron complicados y lentos. "Entonces no había redes sociales y era difícil. Hemos crecido muchísimo gracias a internet", reconoce Blanco, quien desvela que las inquietudes que mueven a los miembros de la agrupación son "la fotografía, la divulgación, la contaminación lumínica y las actividades didácticas". Un trabajo conjunto que les ha permitido lograr que A Coruña vaya a ser en 2020 la sede del XXIV Congreso Estatal de Astronomía. "Vamos a preparar muchas actividades relacionadas con ello y nos queremos centrar en la organización para que salga perfecto", expone.

Además de presentar la candidatura ganadora en un encuentro celebrado en Cuenca con otras entidades, la Agrupación Ío presume de ser "la más numerosa de Galicia". "El porcentaje de mujeres, un 48%, es muy elevado", informa Óscar Blanco. Para el coruñés, la astronomía es un tema que "genera mucha curiosidad", por eso sus actividades siempre están completas. "Hacemos talleres de divulgación, visitas a colegios y colaboramos con medios", resume.

El único pero que pone a la actividad de Ío es que todavía no cuenta con un local propio. "A ver si lo conseguimos para el próximo año porque nos vendría bien para organizar iniciativas. Ahora dependemos, por ejemplo, de los centros cívicos", lamenta.

La actividad estrella de la agrupación son las observaciones. Así fue cómo los miembros se conocieron hace casi dos décadas y, a día de hoy, continúan moviéndose por Galicia para captar el mejor cielo. "En la ciudad, el mejor sitio es A Zapateira. Aunque nosotros solemos ir a Monte Salgueiro o a Guitiriz", detalla. Con los años, han tenido que recorrer cada vez más kilómetros por culpa de la "contaminación lumínica". "Ya se ha hablado de este tema a nivel técnico y político porque va a peor. Se puede hacer más por mitigar esta contaminación y no es difícil. Por ejemplo, con sensores de presencia que iluminen una calle cuando pasa alguien o reduciendo la intensidad de las luminarias", propone. Sin embargo, Blanco es consciente de que "desde donde mejor se ve el cielo es desde el campo".

Este miembro de Ío ha visto eclipses "en Estados Unidos, China o Australia" y se ha sorprendido con el firmamento desde "la isla de La Palma". Pero si tiene que elegir un sitio, se queda con Namibia. "Es el mejor cielo que he visto nunca", confiesa.

Óscar Blanco destaca que estas observaciones "también atraen a curiosos" que se quieren iniciar en el mundo de la astronomía. "Cada vez es más difícil ver el cielo así que eso llama la atención de mucha gente. Lo mejor es que con estas actividades, además de aprender, se disfruta mucho", concluye.