El fútbol da lecciones. Y no hace falta irse a la elite. Un entrenador de un equipo de infantiles del Laracha pidió a un jugador que tirase un penalti fuera al considerarlo injusto. Este no le hizo caso, así que el técnico ordenó a su grupo que se dejase empatar. Como premio, el Laracha se llevó el triunfo y el rival le hizo el pasillo.