Compromiso, solidaridad y apuesta por la reinserción laboral de las personas más desfavorecidas. Con estos objetivos nació el Centro de Formación Violetas de Cáritas y 25 años después sigue apostando por los mismos valores. "Es un trabajo en equipo pero el papel fundamental lo tienen las personas. Ellas son el motor y tienen que dar lo mejor de sí en los cursos y en las prácticas para que los empresarios las contraten", expone la directora del centro, Paula Lobadeira.

El equipo, formado por orientadores laborales, trabajadores sociales y mediadores sociales, prepara a las "personas con mayor vulnerabilidad" a encontrar un hueco en el mundo laboral, tanto si nunca lo han tenido como si lo han perdido y necesitan volver a emplearse. "Hay de todo. Sobre todo, nos encontramos con inmigrantes que no pueden asumir la homologación de sus estudios y se dan cuenta de que necesitan formarse en otro sector", detalla.

Hay personas que llaman a la puerta del Centro Violetas porque quieren "reciclarse" y adquirir nuevos conocimientos y capacidades para desarrollar un trabajo. "Los cursos más demandados son los de atención a personas mayores, hostelería y operario de almacén", revela la directora, y añade que tiene muy buena acogida la formación de "reforma y revestimientos de interiores". "Lo hacemos en colaboración con Apeco -Asociación Provincial de Empresarios de la Construcción de A Coruña-. Los alumnos salen muy preparados y son contratados como peones de obra", explica.

Cada curso cuenta con quince participantes y la duración depende del tipo de formación. "La atención sociosanitaria dura entre 4 y 6 meses mientras que hay otros cursos de 160 horas en dos meses", apunta Paula Lobadeira, quien indica que las inscripciones llegan de "centros de Cáritas y parroquias". "Los aspirantes tienen que aprobar un examen y una entrevista personal para hacer el curso", añade.

Tras 25 años de actividad, la directora del centro es consciente de que "todavía hay prejuicios" sobre las actividades que desarrolla Cáritas. "Hay que pensar que nos puede pasar a cualquiera. Por eso queremos utilizar este aniversario para sensibilizar a vecinos y empresas de que la gente que se forme aquí puede conseguir un trabajo", expone.

La celebración de Violetas supone además un impulso para afrontar los retos del futuro. "Nuestros planes son ampliar el trabajo que hacemos. En el centro hay tres plantas y hemos renovado la última, por lo que contamos con cuatro aulas nuevas para hacer más actividades formativas, acoger más participantes y dar más oportunidades", resume la directora, quien desea también que "crezca la red de empresas que colaboran con el centro".

Para festejar su 25 aniversario, el Centro de Formación Violetas organiza tres jornadas con actividades para dar a conocer su labor. Hoy, a las 20.00 horas, habrá un concierto del grupo Amizades en la parroquia Resurrección del Señor. Mañana, en la sede del centro, se organizará una mesa redonda para tratar la responsabilidad social-empresarial y la inserción laboral. El domingo, los trabajadores harán una visita guiada por Violetas a las 12.00 horas. Una hora antes, monseñor Julián Barrio oficiará una eucaristía.