La vegetación crece de tal manera en la finca contigua a los edificios números 52-54-56 de O Birloque que supera con creces la valla metálica que le sirve de cierre, cuyo estado es además tan deficiente que amenaza con desplomarse, en especial durante los días de fuerte viento. El abandono del solar hace además que en su interior proliferen los ratones hasta el punto de que invadan los garajes y otros espacios de los inmuebles próximos, según denuncian los vecinos, que alertan de que pueda llegar a originarse un incendio en la abundante maleza que invade el terreno.

El crecimiento de vegetación llega en ocasiones a tal extremo que tras sobrepasar el vallado cae sobre la acera y dificulta el paso de los peatones, a lo que hay que sumar que en el interior de la finca se acumulan residuos que favorecen la aparición de plagas.

Los vecinos aseguran que han comunicado esta situación al Ayuntamiento desde el año 2014, durante el mandato del Partido Popular, y que desde entonces han seguido presentado escritos tanto en nombre de la comunidad de propietarios de los tres edificios como a título individual, aunque la situación no ha variado, según manifiestan. Los residentes en el lugar desconocen además quién es el propietario del solar, aunque sospechan que pueda tratarse de una inmobiliaria que haya quebrado durante la crisis económica y se haya desentendido de la parcela.

La falta de noticias sobre la actuación del Concello en relación con los problemas que padecen anima ahora a los afectados a hacer pública su situación con el fin de lograr que les dediquen una mayor atención.

A preguntas de este periódico, el Gobierno local informó ayer de que en esta zona de O Birloque existen dos solares en los que se apreció la existencia de problemas de este tipo, en uno de los cuales se intervino directamente al estimarse que el riesgo de incendio era alto y que su estado era muy insalubre, por lo que la actuación fue urgente y de carácter subsidiario, de forma que el Concello exigirá ahora al propietario el pago de las labores que fueron realizadas.

En el caso de la finca de cuya situación se quejan los vecinos, el Ejecutivo municipal asegura que desde 2016 ha impuesto a su propietario varias multas cuyo objetivo es conseguir que lleve a cabo el saneamiento del terreno. También en esa parcela se han efectuado trabajos de desratización, según afirma el Concello, el último de los cuales se llevó a cabo en agosto. De acuerdo con la información facilitada, la Concejalía de Medio Ambiente no habría recibido quejas por la existencia de ratas en ese solar.