El castro de Elviña no debe ser únicamente un parque arqueológico, sino ofrecer a la ciudad múltiples funciones gracias al valor histórico, cultural y natural que poseen el yacimiento y su entorno. Esa es la principal conclusión del seminario desarrollado por la Escola Galega da Paisaxe de la Fundación Juana de Vega esta semana acerca de la mejora integral y paisajística de este enclave.

El arquitecto paisajista y profesor del Instituto Superior de Agronomía de la Universidad de Lisboa Luis Paulo Faria Ribeiro, quien fue uno de los participantes en esta actividad, considera que el castro de Elviña "es un área de valor increíble para A Coruña" y recuerda que además de las estructuras del poblado que ya han salido a la luz, todavía hay áreas que deben ser excavadas, por lo que estima que tiene "interés histórico y cultural para la identidad de la ciudad".

Faria califica además de "interesante" que el castro se ubique en un área del municipio libre de construcciones, ya que la alta densidad edificatoria de la ciudad hace necesaria la existencia de "parques que le den una protección ecológica y le proporcionen bienestar y salud a sus ciudadanos, así como que contribuyan a la valorización paisajística del entorno". Según este experto en paisajismo, el castro de Elviña "no es un lugar que solo tiene una función, sino múltiples funciones, como se hace ahora en los parques urbanos públicos contemporáneos", de los que además señala que "tienen que ser pensados de una forma innovadora que sea sostenible, no difícil de mantener y que pueda atraer muchas personas diferentes". En cuanto a su diseño, se pronuncia a favor de elaborar un proyecto completo mediante un equipo interdisciplinar "para no hacer un collage, sino un parque con unidad".

"No queremos el castro y su entorno para que la gente lo visite solo una vez, la gente debe ir muchas veces a los sitios", advierte Faria, para quien este yacimiento debe estar ligado al entorno de la ciudad mediante los antiguos caminos que llegan hasta allí, de los que considera que deben ser preservados y estudiados para mantener la conexión con los núcleos de población cercanos, la Universidad y el resto de la ciudad.

"Es una oportunidad única para crear un parque único que contribuya a múltiples funciones de la ciudad", explica el profesor lisboeta, quien, pese a que admite que es necesario mejorar los accesos, no puede permitirse la entrada de vehículos de motor en el parque arqueológico salvo para personas con discapacidad, mientras que en el entorno tendrán que existir zonas de aparcamiento y recepción a los visitantes, así como conexiones con el resto de la ciudad.

La proximidad de la Universidad al castro es "fantástica" para Faria porque puede contribuir a la investigación sobre los restos arqueológicos y al mismo tiempo "hacer a la Universidad más atractiva". Para este paisajista, el caso del castro de Elviña es "único en el mundo" porque ninguna universidad tiene un yacimiento de este tipo próximo a su campus.

También se muestra partidario de divulgar entre la población la importancia del castro mediante visitas guiadas para escolares, universitarios y turistas, aunque con la protección del núcleo arqueológico, así como de que se dé a conocer su existencia en los medios de comunicación de Galicia y España.