El Concello ha decidido limpiar las pintadas realizadas en las fachadas comerciales de la ciudad. Para saber qué inversión será necesaria, la Concejalía de Comercio ha abierto un plazo para que los empresarios comuniquen los daños sufridos en sus locales. Desde hoy y hasta dentro de un mes, los dueños de establecimientos tanto comerciales como hosteleros podrán comunicar al Ayuntamiento qué espacio está ocupado en sus fachadas por una pintada, en qué tipo de superficie se encuentra y la forma que adopta la misma, según consta en la convocatoria publicada en la web del Concello.

Esta primera fase del proyecto dará una idea al Concello de cuáles son las necesidades de este colectivo, del que se excluyen grandes empresas. Después, en el presupuesto de 2019, incluirá una partida económica destinada a la retirada de los grafitis. Otra medida impulsada por la concejalía será la de impartir un curso a los comerciantes sobre limpieza de pintadas en escaparates o fachadas.

El Gobierno local destaca como "fundamental" para la dinamización comercial una imagen exterior "adecuada" del exterior de los locales. Es por esto que impulsará la desaparición de las pintadas de sus fachadas, pero solo de aquellos locales que estén abiertos al público, teniendo en cuenta que muchos grafitis se concentran en bajos abandonados o clausurados. También están excluidos del registro que confeccionará Empleo los establecimientos industriales, financieros y administraciones públicas, así como los edificios catalogados u objeto de especial protección por las medidas "extraordinarias" que requeriría realizar esta actuación.

Esta decisión del Ejecutivo municipal se hace pública toda vez que la nueva ordenanza que prepara el Gobierno local no permitirá que la concesionaria de la limpieza en la vía pública borre pintadas en bienes privados, como ya sucede ahora. La normativa sí que cubrirá edificios, aunque sean de particulares, que tengan especial interés histórico y patrimonial y que estén ubicados en la Ciudad Vieja o en el ámbito Pepri, que se extiende también a Pescadería. En cambio, los grafitis que estén ubicados en fachadas y espacios públicos sí que contarán con especial atención por parte de la empresa que realiza el saneamiento de las calles, ya que, a través del nuevo contrato -aún en período de concurso- se establecerá una brigada específica.

El alcalde, Xulio Ferreiro, calificaba de "cuestión crónica" la aparición de pintadas y destacaba que la actuación en bienes privados siempre había supuesto un problema. Con la iniciativa puesta en marcha por la Concejalía de Comercio, la inversión municipal se extendería a locales propiedad de particulares con el objetivo de apoyar el pequeño comercio y hostelería.

Los vecinos de la Ciudad Vieja han denunciado en los últimos meses lo que consideraban un exceso de pintadas en las paredes de su barrio. En el mes de septiembre organizaron un acto simbólico para denunciar la situación brocha en mano y apoyados por concejales de los grupos de PP y PSOE.