El derecho a la identidad, a la familia, a la participación y a la educación constituyeron el orden del día de un pleno especial, muy distinto de los que se celebran cada mes en el salón plenario del Palacio de María Pita, que reunió ayer a un centenar de alumnos de 10 y 11 años de cuatro colegios coruñeses con el alcalde, Xulio Ferreiro. Fue el pleno infantil, que cada año permite a un grupo de escolares expresarse en el escenario institucional donde se debaten los principales asuntos de la ciudad y plantearle preguntas y propuestas al alcalde. La armonía y la buena voluntad fueron las notas dominantes de la sesión, en contraste con los plenos convencionales que suelen enfrentar, con poco o nulo entendimiento, a los concejales de la Corporación municipal.

El CEIP Juan Fernández Latorre inició la sesión con el relato ficticio, pero inspirado en situaciones reales, de varios niños que contaron historias sobre pérdida de identidad, protección y derechos de los menores. ¿Las autoridades prestan la suficiente ayuda a quienes carecen de identidad y no pueden tener acceso al derecho a la salud o a la educación cuando llegan a un país?, preguntó una niña a Ferreiro. "Deberíamos ser más solidarios, no tratar a nadie de forma diferente, con generosidad, solidaridad y respeto hacia los que vienen. Tendríamos que tener una mejor relación de cooperación con otros países", respondió.

Los alumnos del colegio Manuel Murguía defendieron el derecho a la familia, como unidad de cuidados y atención fundamental. El colegio Víctor López Seoane sugirió la proclamación de A Coruña como "ciudad TEI (tutoría entre iguales)", una fórmula de ayuda y asistencia entre alumnos de distintas edades que fomenta "una mejor convivencia". Y los escolares del Santo Domingo hablaron a favor de una educación gratuita y de calidad que favorezca el desarrollo de la personalidad y la formación "de buenas personas". Los menores de este centro fueron más atrevidos en el capítulo de peticiones dirigidas al Gobierno local y propusieron al alcalde que se mejoren las instalaciones deportivas de los barrios, se regule la circulación de las bicicletas y patinetes eléctricos por la ciudad, se apliquen otras medidas en lugar de multas y se eliminen pintadas de las fachadas.