El domingo los y las socialistas coruñeses votaremos. Lo haremos no solo para decidir la persona que encabece la candidatura municipal el próximo mes de mayo, sino para trazar las líneas maestras del proyecto que debe impulsar la ciudad en la próxima década. Una vez más, el PSOE es valiente a la hora de ampliar los mecanismos de participación de la militancia y de elegir sus liderazgos, frente a los modelos de otros partidos que también se dicen participativos. Es un ejercicio ejemplar de democracia interna.

El socialismo coruñés siempre miró más allá de sus fronteras para dar con las respuestas que la ciudadanía necesitaba y para que la ciudad alcanzase objetivos que todavía hoy forman parte de lo mejor de nuestra identidad. La atención social, el excepcional entramado cultural, la red de bibliotecas y centros cívicos, el paseo marítimo, la Torre como patrimonio de la humanidad o los servicios prestados al área metropolitana desde Emalcsa, Emvsa, Nostián y EDAR de Bens. Desde el inicio de Bicicoruña a los Museos Científicos, desde el Talón Restaurante a ese pequeño milagro de la Escuela Coruña en Senegal. Una idea de A Coruña que perduró en el tiempo y que se convirtió en realidad, no solo por el empeño de gobiernos y grandes alcaldes socialistas, sino porque consiguieron concitar la voluntad de miles de personas que contribuyeron con su compromiso a nuestro despegue como ciudad.

Hoy debemos asumir nosotros esa tarea. Las nuevas sociedades urbanas exigen un esfuerzo de imaginación y talento para superar los retos que tienen ante sí. Nuestra ciudad cuenta con fortalezas para dar el salto de calidad que precisa y situarse de nuevo en la vanguardia, pero es imprescindible definir los objetivos, acertar con el modelo y actuar con ambición y determinación. Estos últimos siete años han supuesto, para la ciudad, una parálisis en la definición de nuevos proyectos y solo la inercia de los años de gobiernos socialistas permitieron mantener cierta apariencia de vitalidad. A Coruña necesita nuevos horizontes, redefinir su estrategia urbana y estar en condiciones de volver a competir con garantías en la liga de la ciudades referencia, en un entorno globalizado.

Tenemos el talento y capacidad necesaria, en numerosos ámbitos, que un día nos permitieron despegar y volverán a ser esenciales. Convertir la innovación en el valor central de los nuevos proyectos económicos, generadores de empleo, sociales o culturales en la clave. Respaldar los sectores productivos que son estratégicos en nuestra proyección como ciudad: el textil, la industria alimentaria, la tecnología, la salud, el sistema portuario, el comercio. Convertir nuestra ciudad en un polo de atracción de inversores y emprendedores audaces. Integrar una nueva transformación urbanística en una nueva economía productiva especializada, incorporando las tecnologías para mejorar los servicios ciudadanos y apostando por una nueva humanización de los barrios, abandonados durante estos últimos años. Una Coruña en la vanguardia cultural, educativa, social y económica, líder natural de un hinterland motor de Galicia y referente del noroeste de España. Una A Coruña con respuestas al envejecimiento y la conciliación; una comunidad que ayuda a quienes más lo necesitan, en la que nadie queda atrás.

Un proyecto, en suma, que vuelva a situarnos donde un día estuvimos. Un proyecto del que la mayoría social se sienta parte, al que quieran sumarse mujeres y hombres comprometidos con su ciudad, con su futuro y con el de sus hijos. Un proyecto de igualdad, de justicia social, abierto, participativo, progresista y diverso. Un proyecto de ciudad orgullosa, valiente, solidaria y acogedora. Sin límites ni barreras. La ciudad que fuimos y la que volveremos a ser. Un proyecto que queremos liderar desde el Ayuntamiento. El domingo empezamos.