"Creían que no tenía ventanas y que era un búnker", comenta Juan Creus sobre la opinión que tenían los vecinos de Cee acerca de la vivienda unifamiliar que diseñó en esta localidad en colaboración con Covadonga Carrasco y que acaba de recibir el Premio de Intervenciones en el Paisaje de la Fundación Juana de Vega. El estudio coruñés Creus y Carrasco recibe este galardón por tercera vez y además por obras realizadas en A Costa da Morte, que para Crees es una "zona necesitada de arquitectura respetuosa con el paisaje y el territorio".
El fuerte desnivel existente entre la parcela y la carretera que pasa por delante de ella, de tres metros y medio, hace que al nivel de la vía solo se sitúen el acceso y el garaje, mientras que en las dos plantas superiores se localiza la vivienda. La peculiar configuración de la fachada este fue la que hizo pensar a los habitantes de Cee que la casa se trataba de un refugio, aunque un vistazo a la parte posterior, donde la fachada es totalmente acristalada, despeja las dudas sobre la función del edificio.
Creus explica que este diseño "sirve para protegerse del ruido de la carretera" y admite que es "una arquitectura diferente con cubierta plana y que mezcla hormigón con piedra" por lo que considera normal que llamase la atención de los vecinos del entorno. La Fundación Juana de Vega destacó la inclusión de "múltiples soluciones interesantes y novedosas" en el empleo de materiales en esta obra, así como en la transición entre las tres alturas del edificio y en el muro curvo en el que se ubican los roperos de la entrada.
Tanto la entidad como los arquitectos resaltan el valor que tuvo el empleo de materiales de la propia comarca, como el granito de O Pindo, así como de profesionales que también operan en esa zona. En cuanto a los propietarios, Creus explica que él es natural de Cee y les conoce desde la infancia, aunque les agradece que "confiaran en nosotros desde el principio".
La Fundación Juana de Vega concedió además un accésit a la rehabilitación de una vivienda tradicional en San Vicente de Elviña, realizada por el estudio coruñés Trespes Arquitectos. Según el jurado, es reseñable el "preciso trabajo" que se llevó a cabo para dotar de funcionalidad, iluminación natural y aislamiento térmico a una "modesta casita", por lo que considera un "ejemplo destacable de respeto a los valores de la edificación preexistente y de resolución de las necesidades de sus propietarios".
Los profesionales de Trespes se refirieron especialmente al patio interior de la casa al recibir el premio, ya que su estética renovada contrasta con la fachada del edificio, que conserva su configuración tradicional para integrarse en el núcleo rural de San Vicente de Elviña.
