Desde hace tres meses I. B. trabaja en una panadería industrial. Le han renovado por otros tres meses y "si todo va bien" lo harán por un año. Lleva más de trece cumpliendo una pena de 19 años y cuatro meses -casi la mitad de su edad actual, 41 años- y ha pasado por los penales de A Lama y Teixeiro. De aquí ha "bajado" al Centro de Inserción Social de A Coruña, donde se inscribió en el proyecto InOut del programa Reincorpora y ha aprendido "todo lo relacionado con el sector del almacén", en el que había trabajado hace años. "Estoy contento, aquí me han ayudado enormemente. Bajar al centro es otro mundo, allá [en Teixeiro y A Lama] queda lo más duro y ya no tengo que volver", confiesa. Está en tercer grado: cada día deja el centro a las nueve de la mañana y trabaja de 14.00 a 22.00; antes de las 23.30 tiene que estar de vuelta; los fines de semana los pasa en su casa.