El paso por la cárcel cierra muchos caminos en la vida de los reclusos, rompe lazos sociales y familiares y aspiraciones profesionales. Pero en la estancia entre muros se abren también caminos hacia el futuro de quienes se han visto privados de libertad, vías que conducen a un trabajo, a una ocupación con la que recuperar la autoestima y vislumbrar una vida de esperanza y bienestar. A este fin apuntan desde 2011 Fundación Érguete-Integración y Obra Social la Caixa a través del proyecto InOut del programa Reincorpora, que aplican con los internos en el Centro de Inserción Social Carmela Arias y Díaz de Rábago de A Coruña. En esta instalación se celebró ayer el acto de entrega de diplomas a los alumnos que este año durante diez meses han participado en los cursos de formación e itinerarios orientados a su reinserción laboral.

Unos van a acceder en breve a un puesto de trabajo, otros aún lo buscan. Hasta hoy el programa ha conseguido diez contratos. Diecinueve internos en este centro de régimen abierto o semilibertad, al que han llegado desde el penal de Teixeiro, comenzaron los cursos, pero no todos los acabaron. "Os toca ganaros el futuro en un entorno hostil. Pero pensamos que no sois una generación perdida, sino ganada a la formación y a las ganas de salir adelante. Con esfuerzo y ayuda se encuentra trabajo", animó ayer a nueve alumnos el director del centro de inserción, Miguel Ángel Rodríguez Montero.

"Los contratos conseguidos son unas primeras oportunidades para vosotros, y para nosotros supone un éxito, sobre todo un éxito del trabajo en red entre varias entidades", resaltó Rosaura Romo, de Fundación Érguete. Representantes de Cruz Roja y de acción social de CaixaBank estuvieron presentes en la entrega de diplomas a los internos del centro de inserción social.

En los diez meses de programa los inscritos pasaron por una fase de formación y posicionamiento ante el empleo en Teixeiro con actividades auxiliares de almacén en 210 horas durante cuatro meses. En los seis siguientes recibieron formación de comercio y carretilla elevadora en el centro de inserción del paseo marítimo, donde gozan del régimen de semilibertad, cada uno en diferentes momentos de la duración de sus condenas. La empresa Frigorífica Botana les permitió un periodo de prácticas en el puerto.